jueves, 15 de abril de 2010

A firmar todos los expedientes, que ya se termina


La debacle del Procesado de Barrio Parque se veía venir. El apaleo de indigentes, el descalabro de las cuentas públicas, una campaña publicitaria por las buenas costumbres higiénicas de los vecinos y el espionaje a familiares y opositores, no pueden ser pilares de una gestión derechista, aquí y en ningún lado.
Es una muestra palmaria de la imbecilidad de la derecha argentina; el sólo pensar que semejante desfachatez puede pasar por alto, realmente, es un error de juicio que expone en toda su brutalidad a las fuerzas reaccionarias más rancias y declaradas. Luego la derecha ofrece matices, pero esta versión "a cara limpia" es de una irracionalidad tremenda.
De poco valen las explicaciones que el Garca pueda dar sobre los lamentables hechos que protagoniza, son sólo unos elementos más para llevar hasta sus últimas consecuencias este pensamiento sobre la realidad nacional que ya vemos cuan a contramano de la historia se encuentra. Y en eso sí es realmente novedosa la experiencia que dirige con singular aptitud para el yerro el Escucha de Barrio Parque: los límites son insospechados, y a nuestro humilde entender, y si su situación judicial se complicara, como parece, el Garca puede llegar a renunciar. Naturalemente el caso sería temerario, pero no por ello imposible. De encontrarse acorralado, sin margen para la iniciativa política, y con perspectivas crecientes de desgaste, el lider de la derecha distrital puede pensar en la conveniencia de retirarse a las Bahamas, desensillar hasta que aclare, y recurrir a su ya proverbial e infantil victimización. Ya conocido. No decimos que vaya a pasar, pero está en el menú de posibilidades.
La derrota cultural de la derecha sería de proporciones siderales. La crisis institucional de la Ciudad también. El deterioro del Estado Local, ni hablar.
-Si me siguen agrediendo renuncio, Angelo, renuncio!
-Bueno, Mauri, pero antes firmá estas carpetitas.
El Saltabaches de Barrio Parque quiere ser Presideeeeeeeeeeeeeete...por favor, ni de la Asociación Ciclista de Buenos Aires.

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