lunes, 26 de abril de 2010

No realidad


En la continuidad de la saga de misterio que Ricardo Ragendorfer viene sosteniendo en Miradas al Sur, el derrotero judicial del Tilingo de Barrio Parque se agrava toda vez que se acerque su indagatoria y eventual procesamiento.
La naturaleza simbólica de la subida por las escalinatas de Comodoro Py es insoslayable, y si bien convenimos que el sistema político de la Ciudad no se encuentra a la altura de la gravedad de los hechos que se discuten, el impacto cultural de la debacle judicial del Barrioparquense será tremendo para sus aspiraciones presidenciales.
Ceremonioso y protocolar, Oyarbide se dispuso a escuchar a su inesperado interlocutor. Archimbal procuró aplicar el know how que ha desarrollado en las últimas dos décadas: le dijo al magistrado que estaba allí por un pedido personal de Mauricio Macri.
Para romper el hielo, el operador judicial comenzó a explicar su presencia en el despacho del asombrado juez. Archimbal le confió que Macri consideraba que la suerte de su ministro Guillermo Montenegro ya estaba echada y que él sería su sucesor en la cartera de Justicia porteña. Por eso estaba allí.
Antes de que Archimbal lograra articular cualquier tipo de pedido, el juez interrumpió el tenso monólogo y lo invitó a retirarse de su despacho.
Esta no es la primera vez que Macri intenta abordar al magistrado que lo ha llamado a prestar declaración como sospechoso de ser integrante de una asociación ilícita. Un par de semanas antes de que Oyarbide lo citara, Macri simuló un encuentro con el magistrado en el spa Colmegna, de Sarmiento al 1800.
Oyarbide ocupaba una de las mesas del restó-bar de Colmegna envuelto en una toalla blanca, cuando el jefe de Gobierno de la Ciudad se le acercó fingiendo un encuentro que no tenía nada de casual. Dicen los testigos que presenciaron la escena que el jefe de Gobierno porteño también lucía una toalla atada a la cintura.
Allí se registró –palabras más, palabras menos– el siguiente diálogo:
–¿Cómo le va, Ingeniero?
–A mí bien, ¿pero qué tiene usted conmigo?
–Es mi rol y en algún momento lo voy a tener que citar.
–No tengo nada que ver con esas acusaciones.
–Entonces no tiene nada que temer.

Completa acá.
Claro que nada garantiza que el ocaso del Indagado sea superado por medio de una síntesis superior, pero en tren de hipotesis es allí donde las brutales falencias y negligencias de esta gestión le pondrán límites al impulso derechista por seguir arruinando la Ciudad.
Pero el Loquito de Barrio Parque está como si nada, como si no estuviera hasta las terlipes con la justicia, y como si no se hubiera posado, otra vez, en el piso de la derecha distrital (33,33%), luego de haber alcanzado imposibles 45% en la primera vuelta electoral en 2007.
En un intento por repuntar su candidatura presidencial tras sucesivos traspiés en la ciudad, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, sostuvo que en las elecciones de 2011 el PRO “le gana en segunda vuelta a cualquier candidato” y aseguró que “el régimen kirchnerista ya concluyó”. Macri alabó el crecimiento de su fuerza política y reiteró que un posible final de comicios podría darse entre él y Julio Cobos. Además, el jefe de Gobierno se mostró esperanzado porque “a pesar de toda la contra”, el PRO gobierna la ciudad, “está liderando Buenos Aires, con enormes chances de alcanzar la gobernación, y ha crecido en Entre Ríos, San Juan y Mendoza”. Además, evaluó que la “relación con el bloque radical está en el mejor momento”. “Si nos tocara ser gobierno a nosotros y oposición al radicalismo siento que entraremos en una etapa definitiva de políticas de Estado y acuerdos permanentes”, se ilusionó.
Nota acá.
Un acuerdismo con "políticas de Estado" formado por el Garca y el infradotado que tenemos como Vicepresidente, buaahhh...nos pondría al borde de la guerra civil.
En la foto que engalana el post, la elite dirigente que el Procesado pretende que dirija los destinos de la patria luego de 2011. Grandes pensadores.

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