Inversión - Riesgos - Desinversión - Más Riesgos

Se sabe que el estado de las instalaciones de la Red de Subterráneos es materia de preocupación por parte de sus trabajadores. Mucho menos, lamentablemente, se preocupan los usuarios.
El sospechoso incendio que se produjo a principios de esta semana pone una luz de alerta sobre la confiabilidad de la operación de un servicio público indispensable para la movilidad urbana, que, como es evidente, avanza inexorablemente hacia una marcada congestión no sustentable.
También es conocido que, más allá de su promesa de campaña, el Quinto Barrioparquense Más Famoso no dispuso las inversiones necesarias para ampliar la Red y sostener su mantenimiento.
La metáfora dramática, la burla, con la que nos castiga el Biciclo de Barrio Parque es su militancia por el uso de la bicicleta, con sus proverbiales llegadas a las reuniones de gabinete sobre dos ruedas, con casquito y bufanda.
Es una falsa solución marketinera al problema de la movilidad, con un costo nueve veces menor que el mínimo tolerable de inverisión anual en Subterráneos.
Media, asimismo, un conflicto interjurisdiccional por la intervención de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, como ente responsable de otorgar la concesión privada del servicio, en este caso y desde 1993, a la empresa Metrovías, parte del Grupo Roggio.
Si bien se trata de un transporte público, exclusivo de la Ciudad, el ente específico estatal local, la empresa SBASE, sólo tiene la propiedad de los bienes en concesión, e independientemente de su facultad primordial de ampliar la red, no posee facultades regulatorias y de control del contrato de concesión.
Imposible saber cuál es la rentabilidad neta del negocio de la operación, en la medida que no es conocida la ecuación económica de la empresa, y sorprendentemente tampoco el volumen del subsidio nacional que se le paga, para sostener el precio popular del boleto.
El discrecional manejo del contrato, en la misma línea que la estrategia de desinversión de Tilingo de Barrio Parque, además de frenar el proceso de ampliación de la red - única manera de resolver estrategicamente el problema de movilidad urbana - ponen en serio riesgo la vida de los millones de pasajeros que usan diariamente el servicio.
Desde que el domingo a la madrugada un incendio afectara parte del cableado de la línea D en el enlace 9 de Julio, Metrovías explicó que el fuego se desató "en una bandeja de cables ignífugos". enelSubte.com consultó con expertos para que brindaran una opinión técnica calificada acerca de los hechos que mantienen a la línea D prestando servicio reducido o con demoras desde el lunes.
Patricio Worthalter, experto en cableado estructurado certificado, explicó a este medio que "si el cable cumple con los standares de la IEc (60331-11 y 25) los cuales son similares a los de la IRAM, resiste hasta 750 grados durante 90 minutos sin romper el deiléctrico. Si se quemó antes no es ignifugo sino otra cosa." Por lo tanto, concluyó que "los cables que se quemaron son eléctricos de media tensión, pero los más dañados fueron los de fibra óptica, los que interconectan la red digital del Subte (ejemplo: Internet, molinetes, red privada de Metrotel, y otros servicios de empresas privadas que usan la red de Subtes bajo el sistema de "Peaje" para cablear sus redes por la Ciudad)".
Nota completa acá.
El Garca no se preocupa: viaja en bicicleta o en...moto.