Rentado premium

Imposible de analizar en sus propios términos, por sus características absurdas y aberrantes, el discurso de la derecha chaba local circula en el éter bajo la responsabilidad del filósofo de pacotilla Alejandro Rozitchner.
Su principal medio es este blog (click!), en el que se vuelcan videos cortos, en tiempo y en contenido, que deben servir a la homogenización discursiva de todos los militantes de la derecha, y por el que se informa sobre distintas novedades e iniciativas de la administración que encabeza el Tilingo de Barrio Parque.
Pero como versaba aquel clásico tema del metal argento, la trouppe de trasnochados derechistas está “Atravesando todo límite”.
Además del mencionado blog, el filósofo cuelga videos del Garca en Garcatube, y sus propias elaboraciones sobre la naturaleza humana en su canal web.
A este último, con dosis equilibradas de provocación reaccionaria y palmaria intrascendencia, el filósofo lo llena de desarrollos de “minuto y medio”. Los temas abordados son múltiples: el culto a la muerte del Che, la definición de gimnasio, el dinero, el ateismo, el sol, la higiene de la Virgen María y la masturbación.
El principal soporte de su propio canal de videos de opinión es un original libro, que escribió junto a su mujer Jimena, en el que…responden preguntas efectuadas por chicos menores de 10 años, bajo el lema “como criar un hijo ateo”.
Pero no todo lo que dice este filósofo empleado de la derecha, este vero militante rentado premium, es para tomárselo a la chacota.
En este video, descubierto el otro día por los compañeros del extraordinario blog peronista Mundo Perverso, el forro de mierda este opina sobre el Che, más precisamente sobre su culto, la mentada remera y las consecuencias de su muerte.
Aunque se trate de un autor absolutamente intrascendente, no vamos a dejar pasar la oportunidad de exponer tan reaccionario pensamiento, porque de alguna manera, el filosofito es un coagulo de este sueño de medio pelo derechista: su naturaleza es hereditaria y su discurso, provocador, tiende a simplificar sumariamente la realidad, restándole determinaciones indispensables, para reexponerla, pobremente, según su propia conveniencia e interés. Sus similitudes con el Tilingo son asombrosas.
En su tiempo libre, ya vimos, Rozitchner orienta las reuniones de autoayuda para funcionarios abrumados y con pánico de la derecha gobernante.
En “El Che y la nefasta pasión por los muertos”, observa con beneplácito la muerte del Comandante, condena sus fines y sus medios, vestido con una remerita a rayas horizontales en la terraza de su casa. El canto de unos pajaritos musicaliza el material.