martes, 14 de abril de 2009

El peligro de la cletocobización de la política, o peor, de toda la realidad


La pretendida resurrección del Partido Radical, a partir del fallecimiento de su máximo líder, constituye, como se ve en esta oración, un contradictio en si mismo o una reminiscencia bíblica insoportable. Pero el destino del Partido Centenario se define en torno a cuestiones más complejas, sobre las que todavía no es prudente expedirse.
Sobre lo que sí se puede opinar es sobre el rol del infradotado que tenemos como Vicepresidente, que se creyó que el velorio y el cortejo fúnebre eran una fiesta.

Los "caudillos" radicales saludaban a la multitud, enchidos de la popularidad prestada por el Gallego Don Raúl, que tiene la estatura de dirigente, casi estadista, y al menos especialista en derecho político, uno de los máximos de la historia argentina.
Pero este residuo del Partido Radical, tirando besos "a las veredas", Cobos, el Senador Morales, Storani, Sanz...mi diossssss, no se lo merecía el Gallego Don Raúl, ni siquiera para hacer lo que a él más le gustaba hacer: salvar al Partido Radical.
Material fotográfico exclusivo de TCM, gracias a la oficiosa gestión documental de, por lo visto, la mejor fotógrafa de la gris jornada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

1.lindo reconocimiento a Alfonsin desde este blog poniendose a la altura del momento histórico y de la persona/figura de Don Raul.

2. en pocas palabras e imágenes, una síntesis de lo que es ese infradotado que ha tenido la suerte y el privilegio ( el "destino" diría el besuquero de la aparente fiesta)de estar cerca de relevante figura y de estar hoy dónde está. No es meritocracia seguro. Dicen que a la suerte hay que ayudarla.Veremos...

3. Qué habrá hecho laa vanguardia del cortejo fúnebre después del entierro? lloraron algo...?