"Macri, a veces como desarmado sobre la silla y otras veces mirando a sus costados..."

Más preocupados por la partida de los Ositos de la Paz que por la terrible gripe porcina, que según el canal 13, viaja a 970 kilómetros por hora, el Tilingo de Barrio Parque y todo su ballet funcioneril asistieron a una charla. Esta vez la misma fue dictada por un filósofo de verdad, no como todas las anteriores en las que los funcionarios le expresaron su "angustia por ser observados" a Alejandro Rozitchner.
Como no puede faltar en un encuentro de funcionarios de la derecha, hubo alusiones quejosas sobre el pavoroso drama de los cortes de calle.
Con la charla, que no pretendió ser un coaching, Savater terminó apuntalando la idea del macrismo respecto al uso del espacio público y el auto en la Ciudad: "Una manera de humanizar las ciudades es favorecer el transporte público, justamente para que la gente pueda abandonar sus autos". Probablemente nadie le dijo al autor de Nihilismo y acción, Invitación a la ética y La filosofía como anhelo de la revolución, entre muchas otras obras, que una de las promesas de Macri en su campaña fue precisamente ampliar la red de subtes, que por ahora no se cumplió.
Rodeando a Macri -a veces como desarmado sobre la silla y otras veces mirando a sus costados- hubo también otros ministros y empleados municipales. Tímidos y vergonzosos, poco preguntaron. Macri comentó que pese al caótico tránsito, la gente quiere vivir en Buenos Aires. Y el procurador Pablo Tonelli mencionó las marchas y piquetes y lo fácil que es tomar a los ciudadanos como rehenes. Savater propuso, entre risas, "hacer un manifestódromo". "Entiendo que es una idea disparatada y que no funcionaría", cerró.
El humor y la filosofía, para los funcionarios de este entertainment de gestión de la derecha local, que ya lo empieza a aburrir a su Loco Máximo.
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