Pacoporrobirraforro en Bagdad

“Sus palabras fueron discriminadoras, no hay que generalizar. Muchos abusan del alcohol en los boliches y los amigos los tienen que llevar al hombro, pero es más que nada para llamar la atención”. Florencia Jiménez, de 16 años, estudiante.
“Es un delirio poner a la marihuana, al paco y a la cerveza en una misma bolsa, habla de un total desconocimiento del tema. Encontrar un momento de conexión con amigos por medio de ello no quiere decir estar esclavizado”. Federico Velasco, de 21 años, músico.
“No sé si lo jóvenes quieren lo que dijo Bergoglio. Pero a través de la droga y el alcohol buscan una escapatoria a una sociedad que los dejó sin futuro ni inserción. Por eso les da todo lo mismo y la vida no vale nada”. Alejandro Puche, de 28 años.
“Cada uno elige qué hacer con su vida, no todos los jóvenes son así. Pero creo que la mayoría de nosotros ni hace lo que dijo Bergoglio ni se merece escuchar esas palabras”. Ornella Bruno, 16 años, estudiante.
El que hasta hace poco fuera el diario varieté de la escena artística nacional recopiló las respuestas de distintos jóvenes al planteo del Cardenal Bergoglio sobre la homologación paco-porro-cerveza, que confirmó el abordaje estratosférico de la realidad de la juventud argentina que tienen puertas adentro de la Iglesia, que por suerte no se llena de jóvenes, que saldrían de allí creyendo que no es bueno usar forro, que la educación debe ser privada y confesional, y que la solución a la pobreza es que los ricos hagan beneficencia.
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Cuando lo consultaron sobre el "muro de San Fernando" dijo que no había formado opinión. Sobre los casos Grassi y Von Wernich tampoco sermoneó.
El Cardenal dijo que “la marihuana, el paco y la cerveza” se adueñaron de los jóvenes y que en la ciudad priman “la agresión, la violencia, el descontrol y la corrupción”. Bagdad, más o menos.
Cerca de un millón de porteños votarán a sus candidatos, Michetti y Prat Gay, sin saberlo. El electorado más informado de la Argentina, por favorrrrrrrrrrrrrr...