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Si nos guiamos por el diario de la desestabilización nacional diaria, en esta nota, el macrismo miente pero sólo en un 20%.
Técnicamente (un término que en sí no encierra ningún significado, al igual que el Tilingo de Barrio Parque) el Estado local invirtió en 2008 $2.330 millones, sobre los $2.736 millones que tenía a disposición (el 85%). El porcentaje no es maaaaaaaaaalo, digamos, pero tampoco es brillante, digaaaaaaaaaaamos.
Pero el monto no es de $2.900 millones como consigna el gran diario sojero. Para que mienten, en este numerillo? No tiene mayor sentido, es un 20% más, que si los haría unos inútiles subejecutadores.
Seguimos advirtiendo que el problema no es sólo cuanto gasta, sino cómo y en qué gasta, el Tilingo de Barrio Parque como mascarón de proa de la patria contratista.
Este tema archiabordado en TCM, está fuera de la agenda electoral, y esto es llamativo: la posibilidad de cuestionar la regresividad del patrón de gasto e inversión pública de la derecha se diluye, en la medida que la oposición local no posee un esquema reivindicativo alternativo, que suponga justamente la emergencia de un conjunto de intereses sectoriales articulables en una estrategia de confrontación con el derechismo.
Docentes, vecinos de barrios con problemas, cartoneros, enfermeros, estudiantes: sectores, dinámicas colectivas puntuales, imaginación, creatividad...algo Heller, Filmus, Bielsa...algo!!!
Esta vacuidad del Frente para la Victoria porteño es su principal factor de debilidad; el electroencefalograma plano de más de la mitad de los porteños es el caldo de cultivo de esta mediocrización de la agenda pública de la Ciudad.