Reconociendo que, como todos sabemos, en su fuero íntimo mora un espantoso represor, el Electrificador de Barrio Parque adjudica a eventuales "prejuicios" la queja que todo el arco político normal antepone al uso de material de tortura y represión por parte de este engendro de Policía Metropolitana, que amenaza con descontrolar la seguridad pública, y someter a pesquisa a cuánto desamparado deambule por las calles de la Ciudad.
Pórque, como bien dice su Ministro de Seguridad, el Oficial de Inteligencia Local Guillermo Montenegro, hasta una cucharita puede ser un arma.
A pesar de las críticas, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, ratificó que la Policía metropolitana usará las cuestionadas armas de descargas eléctricas. En su defensa, dijo que "hay mucho prejuicio" y destacó que si bien esas armas pueden ser letales si son mal utilizadas, son menos peligrosas que las armas de fuego.
"Vamos a probarlas y la verdad es que hay demasiado prejuicio y opinión superficial", dijo el jefe de Gobierno en diálogo con periodistas en un acto en la porteña Plaza San Martín cuando le preguntaron por las Taser X26, unas armas para inmovilizar a presuntos delincuentes con descargas eléctricas.
"No estamos improvisando sino que estamos trayendo tecnología de avanzada que se usa en otras partes del mundo y la probaremos a ver cómo la introducimos, siempre a favor de disuadir, salvar vidas y que la violencia sea la menor posible, protegiendo a nuestros policías", insistió Macri.
Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, reconoció que "la mala utilización de este tipo de elementos puede ser letal y hay que controlar su uso". Pero se encargó de resaltar que "todas las armas son peligrosas (y) un arma de fuego es más peligrosa que una Taser". "Estamos controlando cuál es el uso de ese tipo de armas", aseguró.
Voltaje completo acá.
Por fin se blanquea el concepto de "policía de cercanía" que rige el armado de esta fuerza: tan cerca como sea necesario para que los cables de la pistola alcancen al sospechoso en rebeldía.
Serán entre cuatro y cinco metros, no?
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