lunes, 25 de enero de 2010

PM - SIN


Sigue el sainete de enredos y deterioro de la seguridad pública que protagoniza el Alcalde de Barrio Parque, al frente de una nueva fuerza represiva, un juntadero increíble para la peor tradición procesista.
El comidrama se ilumina en la pluma de Ricardo Ragendorfer, en su columna del diario Miradas al Sur.
En esta oportunidad, se narran las peripecias del desembarco de los marinos del SIN, anticipo exclusivo de TCM, hayá por el mes de junio.
Ya se sabe que las buenas relaciones de los hombres de la Armada con el macrismo son de larga data. Pero esta semana una altísima fuente de la Metropolitana reveló a Miradas al Sur una información estremecedora: esa institución habría sido víctima de una prolija maniobra de infiltración por parte del SIN.
Un dato muy llamativo es que la mayoría de los marinos asimilados a la Metropolitana habían prestado servicios en el área de Inteligencia Naval. Un capitán de corbeta, cuatro tenientes de fragata y ocho tenientes de navío pidieron a la Dirección de Personal de la Armada la certificación de especialidad para ser presentada ante el Gobierno de la Ciudad. A ellos se agregaron 30 suboficiales que no tienen la menor idea de lo que es un delito o cómo actuar frente a una contravención.
Los infantes de Marina, cuyo adiestramiento se basa en el combate cuerpo a cuerpo, en ocupación de locaciones y en el manejo de explosivos, tenían hasta ahora como único destino posible las agencias de seguridad privada. Pero la creación de la milicia policial porteña les abrió un nuevo mercado labora: el espionaje.

Al frente de esta fuerza en estado latente, y descubriendo, día a día, sus pliegues más recónditos, Eugenio Burzaco (ilustración que abre el post): la señora gorda de los represores de la Argentina.

1 comentario:

burgués asustado dijo...

que cara de boludo tiene este mamochoo, lo más loco que hizo en su vida es caerse de un triciclo a los 5 años!! abrazo.