miércoles, 13 de enero de 2010

La máquina vetadora, diálogo, consenso e institucionalidad


En un alto de su campaña nacional para el incremento de la deuda externa, el Vetador Barrioparquense se dedicó a anular leyes votadas, oportunamente, en el coqueto de Yrigoyen y Perú.
Por último, el decreto 7/10 veta la Ley 3.269 por la que se incorpora un artículo a la Ley 1.251 mediante el cual se dispone la publicación en la página web del Instituto de Vivienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de los datos que allí se detallan.
En los argumentos esgrimidos para justificar el veto se afirma que “la Ley 572 es la norma básica que regula la publicación de información con tales fines en la red de Internet, complementada por otras leyes con similar finalidad, como por ejemplo las sucesivas leyes de presupuesto, así como por otras normas de naturaleza reglamentaria”.
A lo que agrega: “Que, asimismo, la Ley 2.739 y la consecuente implementación de la edición digital del Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires en el sitio web del Gobierno de la Ciudad, implica la puesta en la red de Internet de la totalidad de la información oficial relativa al Instituto de Vivienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre otros organismos y que, en tenor de lo dispuesto por la Ley 1.845 y la legislación nacional concordante en la materia, debe evitarse la difusión pública de información personal que pueda ser calificada de sensible. Es decir que resulta conveniente evitar una superposición normativa que conspire contra la adecuada combinación de eficiencia y transparencia en la administración”.

Nota acá.
Nos detendremos en una norma que imponía la obligación de informar vía web oficial, sobre las acciones del castigadísimo Instituto de la Vivienda de la Ciudad. Perooo...no podemos acceder al listado de datos que serían de obligatoria información pública por parte del IVC.
En los considerandos del Decreto Vetador se puede apreciar la preocupación del Garca Barrioparquense por garantizar a los ciudadanos que no se haga pública información privada sobre ellos, salvo en el caso que se trate de información personal de los trabajadores del sector privado formal, como en aquella memorable norma generada en las usinas del ex Subsecretario Ginzo. Norma que, recordemos, el Garca...firmó sin leer.
Dice el Decreto:
Que a tenor de lo dispuesto por la Ley N° 1.845 y legislación nacional concordante en la materia, debe evitarse la difusión pública de información personal que pueda ser calificada de sensible...

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