domingo, 25 de enero de 2009

Agente encubierto


Nos enteramos por intermedio de una nota del matutino dirigido por el artista de varieté Jorge Lanata, que la identificación de las construcciones de la Villa 31, sujeto de demolición, fue realizada por un agente encubierto como fumigador.
El espía, un arquitecto de apellido Poli, que vimos ya tiene antecedentes en la función pública local (septiembre de 2000, ejem...).
Los avispados dueños de inquilinatos de todas las villas de la Ciudad, empezarán a desconfiar de inocentes trabajadores que deambulan por sus calles: vendedores de chipá, traficantes de cds, albañiles, cazadores de talentos futbolísticos, bajistas de conjuntos de cumbia o reggaetón.
El arquitecto observa que el soporte indispensable para su relevamiento fueron las fotos satelitales de la empresa Datamap.
La imparable diferenciación tecnológica del capital y los métodos más antiguos del espionaje, dos tradiciones, que combinadas, son la flor y nata de la aventura derechista distrital, o "como empernar al villero desconfiado".

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