"Pero más abominable aún que los imperialistas son los hombres de las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos". Eva Perón
martes, 27 de enero de 2009
Los verdaderos cambios de último momento.
-Pronto
-Angelo, come stai?
-Mauri, ci vediamo domani?
-Si Angelo, estoy saliendo pará allá, pero necesito que me hagas un favor, necesito que le mandes desde allí el cheque a Davos para que me dejen hablar.
Angelo no comprendió, pensó que a su primo le pagarían por hablar en el Foro Económico Mundial. Pero bueno, tiene mucho afecto por su primo.
-Un altra cosa, Angelo: non posso andare a Cortina.
-Ma, per che? Tengo tutto in posto, sono due giorni Mauri.
-Si, si, Angelo, pero me sacaron una nota en un diario, me están observando mucho.
-Bene, bene Mauri, li dico di venire a Gianfranco.
-Grazie Angelo – cerró el Tilingo – saluti a tutti.
-Ciao Mauri – saludó Calcaterra, y pensó: imbecile.
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