jueves, 15 de enero de 2009

La transición del homo-infractorus


Ayyy…este esfuerzo que hace la derecha para convencernos que no nos merecemos vivir en esta fucking Ciudad. Se la pasa el Tilingo queriendo configurar mediante su discurso un homo–infractorus, una variedad de ser humano que falta el respeto de manera sistemática, que no se hace cargo de la normatividad de los procesos sociales, que hace cagar a su perro en cualquier inmaculada vereda sin importarle quien pisará ese sorete dos minutos después.
Es a ese homo–infractorus a quien el ejército de las tinieblas del Garca viene a escarmentar.
-Yo percibo que en la Ciudad hay mucha libertad…o mucha violación de códigos de convivencia, cualquiera puede hacer un poco lo que se le cantan las pelotas, perdón por la palabra. Pero es que todo el mundo se siente con derecho a hacer lo que quiera sin importarle lo que al otro le pueda ocurrir. - observa un vecino con circunspección. La generalidad de los conceptos puede confundir a un observador imparcial, y llamarlo a refugio, frente a un eventual estrallido de anomia social.
Pero el Garca lo tranquiliza con su explicación y sus medidas:
-Creo que Buenos Aires debe ser uno de los epicentros donde todo el mundo habla de sus derechos y no se quiere hacer cargo de las obligaciones. Vos estás hablando de las básicas: yo vivo en un lugar...no voy a hacer ruido excesivo molestando al de al lado, no voy a poner un cartel en cualquier poste diciendo “doy clases de taekwondo o de truco” de ocho a diez y chanto el cartel en cualquier semáforo. Acá se ha exacerbado esta locura.
Esto es una locura donde el 90% hace una infracción…es una movida que hemos empezado que tiene aceptación de cada grupo con respecto a la infracción del otro, pero no lo hace a cada uno mirarse a sí mismo para decir paremos de infraccionar.
Un discurso formateado para estigmatizar al ser humano y justificar las agresiones contra los dispositivos públicos que promueven la igualdad de oportunidades: pasar a valores a toda la política social y convertir la Ciudad en un panóptico, donde innumerables vigilantes miran que hacemos con el papelito, la caca del perrito y el troquelado de la profesora de matemática para los pibes del barrio.
El mundo nuevo de la derecha, en el que podemos ver al filósofo adicto sosteniendo la camarita, al lider con cara de poco sueño y a concentrados vecinos intentando ser más de derecha que el Garca mismo.
Nota completa en formato video aficionado, gentileza del blog social de la derecha. El tópico: las obligaciones ciudadanas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Homero Simpson tiene mas palabras en su discurso que este ignorante!!! Sigo sin poder creer como alguien puede escucharlo mas de 1 segundo. Uno no puede hacer mas que retorcerse de como ya sabemos que va a terminar esta ciudad y sus ciudadanos... y atenti que dije ciudadanos no vecinos...
y utilizando su palabra basta de la "tendencia" pero.. al vaciamiento institucional y conceptual del Estado!!!!
saludos a los amigos de TCM