Bostezo

Habiendo desatado el juego "Quien es más alcahuete y labura más en el verano para caretear" el lider de la derecha local se encontró descolocado ante las iniciativas de los inteligentes de la política nacional. El Garca habrá pensado que arrancar enero mostrando los resultados y la eficiencia de su gestión en la obra social de los trabajadores de la Ciudad sería una originalidad. Para un tipo que descansó casi siempre, y durante todo el año, la valoración de trabajar en vacaciones es exagerada.
Para el electorado atento a las noticias de la vida pública, y que se quedó a soportar las inclemencias del calor porteño, pasó desapercibido el intento de mostrarse gobernando del Tilingo, que cagado de calor, asiste como un espectador tonto a todas las operetas que arma el matrimonio presidencial y Carrió.
En este último caso, encima, refiriéndose desde la moralina eclesial a una alianza con él mismo, o con partes de su partido movimiento derechista. Carrió reclasifica a los de derecha entre los que serían aceptados en su coalición y los que nó. El Garca asiste, estupefacto, sin mostrar ninguna iniciativa. Confirma la máxima del General Perón, cuando citaba a un ignoto mariscal prusiano: "…mi caballo participó de todas mis campañas, pero no sabe nada de estrategia". La recordada parábola a la que aludía el General, finalizaba con la observación de que muchos de los capitanes que acompañaban al militar, tampoco habían aprendido nada.
El ordenamiento relativo de la incertidumbre sobre como va a encarar el gobierno nacional el año que viene se comienza a develar con el reposicionamiento de la sombra de Jackie Stewart, Carlos Reuteman. Se produjo un evento que obliga a concentrarse en una estrategia local a la derecha chabacana macrista, atento el impulso derechista al interior del justicialismo, que no hace sino recordar que nada crece (ni creció) seriamente en los confines de la política centroizquierdista o transversal.
En el caso que Reuteman sólo sume sin ganar el distrito de Santa Fé, el kirchnerismo habría recolectado votos importantes para no perforar negativamente su piso nacional; si el automovilista además ganara, se posicionaría de otro modo, desplazando a otros exponentes de la derecha justicialista como Scioli, Solá (Felipe), y ni hablar de otros monstruos más execrables que también deambulan.
La acelerada institucionalización del gobierno nacional y su recueste sobre la tradición de los punteros de los distritos, entre ellos el santafesino, hace pensar que el estado de las cosas no se modificará, como si acá no hubiera un desastre social sin precedentes que amenaza con profundizarse: acá tienen que acostumbrar a la institucionalidad a gobernar un pueblo con una tercera parte pobre, muy pobre; con trabajadores pobres y desocupados tirando a indigentes.