miércoles, 21 de enero de 2009

Homo-infractorus. Aspectos cuantitativos del fenómeno.


Comentamos hace días sobre una innovación comunicacional del laboratorio macrista: las reuniones tipo tapper de Macri con vecinos y representantes de instituciones adictas, barrio por barrio, su documentación videoaficionada a cargo de un filósofo oficial contratado a esos efectos y su publicación en...youtube.
Bueno, con sacrificio, hicimos un seguimiento sesudo de las opiniones vertidas en esas conversaciones(?).
El Tilingo de Barrio Parque refuerza su visión de la Ciudad congelada, ideal, en la que un grupo de elite le pone condiciones de convivencia a la mayoría, justo al revés que en la democracia.
Esta concepción, presentada hasta el absurdo por TCM, exige relaciones sociales de país desarrollado, sobre la base de condiciones materiales de país bananero. Este trasnochamiento de ricachones sin sentido común es el adobo de la verdadera carne de esta derecha: la captura de la renta urbana y su concentración en, pocas, manos privadas.
En este trabajo de reeducación de los colectivos execrados por su propia verba, Macri cuantifica el fenómeno del transicional homo-infractorus. Dice que los infractores de la Ciudad están en el orden de los 2.500.000. Casi toda la población. Y que Piccardo le dice que no hay posibilidad de controlar a semejante horda, que ningún cuerpo de control se prepara para poner en panóptico a toda la población. Entonces el Tilingo arriesga que harían falta 200.000 inspectores.
De qué hablan estos tipos? Qué mundo se construye en sus cabecitas? Hasta dónde llevarán este delirio de Ciudad de ghettos y edificios para chetos?

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