Más perdido que un bostero en la 16°

En un intento de municipalización aberrante del discurso y la realidad, Macri recorre barrios de la Ciudad con Marcos Peña, y Alejandro Rozitchner, que filma las reuniones para luego realizar componedoras ediciones, que restablezcan la relación entre la realidad y el discurso del Tilingo, que en primer término no tienen nada que ver.
Belgrano, la Circunscripción 16°, meca de grandes dirigentes de los partidos tradicionales y del Centro de Residentes Taiwaneses Justicialistas, representado, en esta oportunidad, por un chino que dice que sale los sábados a barrer la calle, para colaborar con la higiene urbana. Otra vecina participante de la reunión luego se refiere a él como “el oriental”; el vecino chino militante de la municipalización opina en el tramo final del material, imperdible de verdad.
La reunión discurre con multilaterales pedidos de policía, datos sobre la cantidad de efectivos que hay en ese momento patrullando la zona y otras convocatorias a la represión del delito.
En eso, el representante del club de la zona (Excursionistas o Defensores de Belgano, no aclara), el que tiene las palmas para arriba en la portada del video que cierra el post, observa:
-… en los baños visitantes, para que queremos agua caliente en los baños visitantes; es ilógico.
-A los visitantes ni agua – bromea, medio en serio, Macri, balanceando una birome que tiene en la mano, en un guiño a la concurrencia.
-Jajajajaja!!! Un coro de chupamedias (doce al menos) detrás de cortados en jarrito y medialunas, agita como parcialidad.
-En los baños visitantes agua fría, quien se va a bañar? – responde el dirigente deportivo, con gran aplomo.
-Por qué, el visitante no se baña? – pregunta el Tilingo, en tono increpador.
-En el baño?...No en los vestuarios, estoy hablando de los baños de la tribuna.
-Ahh…en la tribuna - asiente Macri, de espaldas a la cámara, pero tocándose los bigotes. Ni se la vio venir.
-Agua fría en los vestuarios visitantes es en cancha de Boca – remata el dirigente, festejado por otras no menos alcahuetas risas de la concurrencia merenderil.
Haber salido campeón del mundo dos veces en los últimos ocho años, cuatro veces campeones de América, haber saldado la rivalidad con River Plate, su descenso definitivo al infierno deportivo, para que a este pelotudo lo gaste un hincha de Defensores de Belgrano. Y el Tilingo se hacía el vivo.
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