La alienación susanagimenista de la derecha vernácula no tiene límites; ya no se trata de libertad de expresión, ni siquiera de su pertenencia de clase: se trata de una exteriorización de la locura sin límites.
Pedir la legislación de la pena de muerte, más represión a los pobres, defenestrar la protesta social, bardear a los villeros, en definitiva, exponer la barbarie inevitable que constituye cualquier pensamiento derechista llevado hasta sus últimas consecuencias, vaya y pase, estamos acostumbrados.
Pero justificar el genocidio del pueblo iraquí, se zarparon las huestes juveniles del Tilingo.
TCM les pregunta: por qué no se paran en una esquina de Virrey del Pino, Partido de la Matanza, e inician una campaña de afiliación?
Ser un facho en Recoleta, cosa de guapos...
Fragmento:
"Lo que me intriga es el porqué Bush mostró tanta ecuanimidad durante una entrevista privada de despedida en la Casa Blanca, hace unas pocas semanas. Deja tras si, bien establecidos, los pilares de la guerra, por cuya creación ha sido tan injuriado pero que servirán bien a su successor -y a su país- en los años por venir. La continuación de la política Bush por los demócratas será un reconocimiento, aunque silente, de lo mucho en que acertó."
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