A recortar, como Procusto

La derecha populista porteña morigeró sus ambiciones redistributivas al interior del presupuesto de la Ciudad, si comparamos el presupuesto original del 2008 (votado en diciembre de 2007) y el que finalmente le hizo sancionar al desprestigiado cuerpo que mora en el coqueto de Perú 130: redistribuyó, solamente, por el 4,5% del total, naturalmente sacandole recursos al gasto social.
Hacia donde se giran estos dinerillos?
El primer gran beneficiado es el Ministerio de Renta Inmobiliaria que incrementa su participación en el presupuesto total en un 1,77%, una verdadera friolera; esto llamativamente se contradice con las manifestaciones de los últimos días acerca de la paralización de las obras que no hacen las empresas del Tilingo de Barrio Parque, pero que son necesarias para democratizar el desarrollo urbano de la Ciudad (subtes, por ejemplo).
Como corresponde a una administración conservadora el despido de personal aparece en el segundo lugar avanzando un 1,33% en su participación, a caballo de los $820 millones que el Garca guarda como reservorio fiscal en un año de crisis, pero legalmente destinados a pagar jubilaciones compulsivas y retiros voluntarios, so pena de aprietes y confiscación de salarios a trabajadores.
Finalmente, entre Hacienda, Desarrollo Económico y Jefatura de Gabinete se comen un 1,25% más que en 2008, manisfestación del repliegue hacia la caja y el poder tentacular del HDRMP-HRL.
Los grandes perdedores son Educación, Vivienda, Desarrollo Social y Cultura que resignan entre todos un 1,8%, y a nivel "personal" el Area Jefe de Gobierno, dado el nulo compromiso del Garca y Joe Torello con el trabajo de gestión concreta.
Salud se mantiene en el mismo nivel de participación sobre el total de presupuesto y se reajustan los pagos de Servicios de Deuda Pública en un 1% a la baja, en una traslación casi plena hacia la cuenta de ajuste discrecional de Obligaciones a Cargo del Tesoro, en donde se anotan los fondos para despido de trabajadores.
Como señalamos en distintas oportunidades estas proporcionalidades sectoriales ya se fijaron en el contexto de las reprogramaciones del 2008, a partir del incremento de los recursos recaudados, $2000 millones más, y la capacidad ejecutiva que iba exhibiendo cada Ministerio.
Resta esperar la estrategia renovada que asumirá la derecha gobernante, ante previsiones de recaudación a la baja, con la perspectiva de elecciones en poco más de 90 días; sería esperable que se concentren en mantener la asfaltización del presupuesto con la metodología de pagos permanentes a los contratistas, y naturalmente el desfile de Doris, la tunelera del Maldonado, como obra emblemática de esta gestión.
Todo lo demás será a nuestro entender relegado en virtud de estas prioridades, y será sometido a un ajuste salvaje en el segundo semestre, cuando las consecuencias de la caída del capitalismo mundial disminuyan el consumo de helado y zapatillas de los sectores medios urbanos, que por medio de sus compras sostienen la recaudación de ingresos brutos, el impuesto que explica el 80% de toda la reca.