sábado, 21 de marzo de 2009

Regresión al año 10...al 1810


Una dialéctica diabólica sostiene los planteos de acción y discurso de todo el dispositivo derechista, que en estos días brotó como varicela, y amenaza con mandar al averno de la ignominia a toda la Nación.
La derecha cuestiona la centralidad de poder del Estado Nacional y su capacidad para intervenir en la resolución de las desigualdades sociales, productivas y regionales.
Ya sabemos que la defensa del modelo de matriz productiva más o menos diversificada del kirchnerismo tiene su talón de Aquiles en los grandes convidados de piedra del conflicto nacional, la CGT y la UIA, pero haremos caso omiso a su (in)existencia, a los efectos de este raconto.
Desde ayer están disponibles unas declaraciones de estadista del Tilingo de Barrio Parque, declaraciones que ni siquiera copiaremos aquí, dado su inescondible vacío conceptual y su escaso texto, detalle.
Las verdaderas políticas de Estado de su "Moncloíta" desestabilizador, aquellas que se pueden transformar en un programa de gobierno son...ninguna, salvo "bajar la retenciones para liberar al campo". En distintas oportunidades intentamos ensayar una prospectiva de esta "popular" medida, y verificamos que lleva reducción del gasto público, por tanto del consumo, a estrangulamiento del crédito, escapada del dolar, inflación de alimentos, destrucción de puestos de trabajo, apropiación de rentas extraordinarias en escasas manos: un desastre infernal, que haría ingobernable la Argentina.
El contrapunto Estado Federal vs. Viva la pepa sojeros! también subyace el planteo campero, obviamente, en su versión más violenta y aislada de ayer, desde el ángulo de la extorsión absurda de "si no nos liberan la exportación, no producimos para el mercado interno".
En principio es un planteo de sedición ante la obligación del Estado de garantizar la seguridad alimentaria, pero buah...se puede dejar pasar atento la costumbre que nos hicieron caber de "diálogo sobre la base de la estorca al pueblo".
Pero como pasa con la mentira agraria, confirma que los derechos de exportación son el instrumento clave para sostener una ecuación razonable de precios locales/internacionales por la vía de la intervención del Estado. Porque estos animales rentistas van a pasar a valores soja a todas las producciones no soja.
La pincelada dixit del mercenario de Gualeguaychú "Argentina no puede ser como Cuba y Venezuela" fue el ribete zarpado de la jornada.
Aunque todo haya sido leído como tacticismo electoral, la medida de descentralizar el 30% de la recaudación sojera tiene fundamentos indispensables de política fiscal y natural, pero accesoriamente, debe fracturar el acuerdo antinacional entre gobernadores, intendentes y sojeros.
En algnua medida se logró, pero el cavallista Schiaretti dió la nota en Crítica:
"Está muy bien que el Poder Ejecutivo quiera hacer un país más federal, que la recaudación se comparta de un modo más federal. Ahora, ¿por qué no hacemos todo federal y en el Fondo Solidario ponemos también las regalías de las provincias petroleras (mensaje directo a Santa Cruz) o de la minería? Eso sería justo y no este esquema en el que, por ejemplo, Córdoba aporta a la nación cinco mil millones por exportaciones y recibe sólo 500?”.
Evidentemente el Gobierno Nacional fracasa en comunicar, en aclarar. Estos tipos quieren presentar el federalismo como un proceso de tupacamarización de la Argentina, en el que cada provincia, cada municipio, debe vivir con lo que se produce ahí. "Amigazo" es un traidor porque sabe de esto, sabe que es una aberración.
Sin perjuicio de medir en algún momento remoto el valor de la transferencia del complejo granera a la reconstitución fiscal de la Argentina, en principio "sólo" el sostenimiento del tipo de cambio alto desde 2002 es posible por las retenciones: los derechos de exportación de petroleo son altísimos también, y las provincias petroleras "desfavorecidas" en otras dimensiones del orden natural, son sujeto de subsidio por razones geopolíticas, de interés nacional. Cuestionar esto...ni a Urquiza se le hubiera ocurrido.
La Argentina, una aldea donde los "formadores de opinión" llaman "la caja" a una estrategia de integración socioterritorial y "federalismo" a su intento de desintegración nacional.

No hay comentarios: