martes, 31 de marzo de 2009

Lompele el culo al dolal


Con la misma pasión con la que el Tilingo de Barrio Parque miente por televisión, usando los espacios que garpa en pesos a su socio el Colo(mbiano) y a la Sra. de Noble, el Gobierno Nacional resuelve los grandes problemas de la economía nacional y así logra...seguir perdiendo votos en la Ciudad.
Por medio de una medida de política económica - que hasta el maléfico multimedios devaluacionista y desestabilizador tuvo que comentar sin los verbos arremeter, ostigar, crispar, provocar, violentar y otros - la Argentina redefine aspectos centrales de su estrategia monetaria eliminando el uso de dólares en el comercio bilateral con China.
El instrumento es un acuerdo tipo Swap, sus características técnicas las pueden ver en este didáctico post.
La medida tiene consecuencias en tres planos:
1. Desde el punto de vista geopolítico es un cortesito de manga a los gringos, que cristianamente defienden el carácter universal del dólar como reserva de valor y medio de cambio comunmente usado en el comercio internacional.
2. Le resta presión a la demanda de dólares en el mercado local con destino a pagar importaciones que vengan desde China. El año pasado, por primera vez en diez años, la balanza comercial con los amarillos fue negativa en U$S 537 millones. Este año con sequía y "los problemas de los pueblos del interior sin resolver" es probable que este cambio de tendencia se acentúe o se sostenga. En este sentido, la Argentina diluye las consecuencias cambiarias devaluacionistas de este pequeño déficit comercial con China y los chinos amplían su gran corte de manga al devaluadísimo dólar. Se siguen sumando elementos para detener la presión depreciadora del tipo de cambio, que sólo viene a recomponer rentabilidades sojeras y de industriales tipo De Mendicurren, que quieren ganar en los 100 metros llanos de la devaluación la maratón por la productividad real, en la que salen últimos.
3. Al menos por lo que se sabe hasta ahora, no se desprenden del acuerdo consecuencias regulatorias en materia comercial que impulsen un mayor flujo de productos chinos hacia aquí, que compitan desealmente con los que fabrican los productivos industriales locales.
Resta por resolver el marcado perfil primario de las expos argentinas, sojeras en gran medida, pero para ello se deberían..."bajar las retenciones y dejar producir en paz a la oligarquía argentina". Con las ganancias extraordinarias resultantes, los oligarcas invertirían en completar cadenas de valor industriales para agregar trabajo argentino a los productos de su fértil suelo.
Pero como nada de ello ocurrirá, habrá que lograrlo nacionalizando el comercio exterior de granos, una vez que nos veamos obligados a chavizar este proceso de matriz porductiva más o menos diversifica kirchnerista, a raiz de los resultados de junio.
"Las exportaciones nacionales hacia China se reparten en 598 productos concentrando los tres primeros (liderados por la soya) más del 90 por ciento, mientras que las compras desde China se reparten en 4.756 productos, y los tres primeros (los que no señaló) representan el 17 por ciento", dice Dante Sica (?) acá.
Ahí habría que diversificar un poquito más.

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