En aquel memorable discurso del diputado Chivo Rossi, en oportunidad de extenderse las facultades delegadas al Ejecutivo, el jefe de bloque oficialista se había comprometido a dar los pasos necesarios para implementar la mentada asignación universal por hijo.
Se trata de un extensión de las asignaciones familiares a todos los trabajadores, sean o nó ocupados, sean o nó formales.
Se repara de esta forma una cruel discriminación contra los sectores más castigados de la fuerza de trabajo.
De los 12,4 millones de menores de 18 años que viven en el país, aproximadamente 2,8 millones carecen de cobertura social. Sus padres no reciben salario familiar ni son beneficiarios de los planes sociales del Estado. Es en este contexto donde se está pensando en otorgar una asignación de aproximadamente 135 pesos a los jóvenes cuyos padres están en la informalidad o tienen un salario menor al mínimo vital y móvil.
“Hay que trabajar a dos bandas, por un lado un plan estructural con inclusión social para que los cuatro millones de trabajadores en negro puedan regularizar su situación y, por el otro lado, la asignación directa para los más necesitados”, afirmó a Página/12 Héctor Recalde, uno de los legisladores que está trabajando en la propuesta, junto con Mariano West, Juliana Di Tullio y Agustín Rossi. “Hay que terminar con la pobreza por bajos ingresos”, agregó Recalde.
Nota acá.
La iniciativa, como toda gran acción, define simultáneamente en más de un sentido:
1. Ayuda a paliar las situaciones graves de pobreza con las que vivimos todos los días, hace ya tiempo y casi naturalizamos.
2. Agregará una masa de recursos al consumo, para seguir empujando la recuperación de la economía, luego de la desaceleración del capitalismo por "falla estatal".
3. Permite abordar la informalidad laboral de manera sistemática y concreta, identificando a la totalidad de los desocupados y precarios.
4. Desatará la discución pública acerca de cómo tratar con la pobreza, superando las propuestas (?) de los purpurados que nos sermonean desde los hoteles cinco estrellas.
Vayan sacando localidades para escuchar el discurso del León Rossi!
Nota
De paso que recordamos al León: como los puso en vereda a Leuco, Eliaschev y el que se sienta al lado de Eliaschev, el martes a la noche!
Los sopapeó. El rictus del agente sionista era repugnante, y Leuco se vió sorprendido por una clase de periodismo que le dió el León.
Rossi sumaba respuestas adecuadas a preguntas/afirmación de Eliaschev, que matizadas con comentarios despectivos sobre la Presidenta y Néstor, se hacían ya insoportables (si te llego a cruzar por la calle, Eliaschev...mejor dispará, mi diossss...). Al final Leuco le dijo al León que si lo habían incomodado le pedían disculpas (?), pero que esa era su función.
-No estoy de acuerdo, su función es preguntar, yo no invito a mi casa a nadie para incomodarlo.
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