"Pero más abominable aún que los imperialistas son los hombres de las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos". Eva Perón
martes, 6 de octubre de 2009
La caída de la inversión en...Educación
Mientras Federico Mercurio de Barrio Parque se deleita imitando a su ídolo, la Ciudad se cae a pedazos, y se llena de sérpicos, que nos van a vigilar con cámaras de video, pinchaduras de teléfonos y coches sin identificación.
La simpática muletilla de esta derecha prometedora se repite en los primeros párrafos del proyecto de Ley de Presupuesto.
La presentación del presente Proyecto de Ley de Presupuesto a la Legislatura de la Ciudad se produce en el marco de la peor recesión global desde la década de los años treinta, cuya severidad y alcance hacen que el ritmo de la recuperación resulte todavía incierto y que inevitablemente ha repercutido en el ámbito nacional. Esta circunstancia ha hecho de la sustentabilidad fiscal una condición necesaria para poder dotar de un alto grado de certidumbre al desarrollo de las políticas públicas, sobre todo a aquéllas orientadas a reducir el impacto de la crisis en la vida de la Ciudad.
Se trata de un sinceramiento atroz, muy lejano del fantasioso presupuesto 2009, que sobreestimaba las previsiones de recaudación.
Por medio de una serie de tejemanejes, durante el año, se acomodaron las partidas según dispuso el Ejecutivo, recortando y reasignando. Y este proyecto 2010 sólo repite este patrón - modificado con respecto al original - según el que se asignan los gastos de capital (la inversión en infraestructura) con una clara tendencia "hacia el norte".
El poder de las empresas contratistas en las desiciones de inversión creció: precios y plazos, conforman un nuevo esquema de ejecución y financiamiento por el que las empresas contratistas acumulan más, y ello, inevitablemente, pega como baja de la inversión en infraestructura social y educativa.
Recursos limitados, Calcaterra.
El sinceramiento de las variables pegó fuerte sobre el nivel de inversión de capital: el recorte es de $1000 millones, de 2009 a 2010 (de $3400 a $2400).
Claro que no todas las obras sufren la misma merma: se ven fuertemente castigadas las inversiones en Educación (50% en la serie trienal 2010 - 2012) y Desarrollo Social (similares índices de evolución).
Sólo Educación explica casi el 25% de la caída prevista de la inversión: $230 millones menos, si comparamos los presupuestos 2009 y 2010.
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