Abanderados del Campeón

El mejor, el último, organizador del fútbol mundial fue uno de los tres abanderados del campeón. Esta vez Juan Román Riquelme condujo un poco menos con la pelota, y mucho más con la cabeza, para implementar la táctica en los juegos decisivos. Reivindicó el puesto de N° 10 para todos los antifutbol que lo quieren erradicar. Los otros dos, escoltas, son Seba Battaglia y el Negro Hugo Benjamín Ibarra.
Battaglia, el jugador más veces campeón de la historia de Boca junto a Guillermo Barros Schelotto, equilibró el mediocampo, como en la mayoría de los torneos de la última década. Ibarra aportó, aún con lesiones, según su capacidad de explotar al máximo las posibilidades del lateral derecho. Igual Morel Rodríguez, que hoy barrió en toda la defensa.
Boca tuvo puntos altos en Dátolo, Vargas y, el final de torneo de, Cáceres.
Aguantó el campeonato con una cantidad de pibes con actitud para enfrentar situaciones de partido: Viatri, Pochi Chavez, Noir, Roncaglia, Forlín, Javi García, Mouche, Gaitan. Algunos son monstruos. Hace muchos años que un campeón no promociona a primera tantos pibes con minutos de juego y responsabilidad. El conocimiento y la habilidad del técnico están ahí.
El torneo argentino es uno de los tres mejores del mundo, junto al Brasileirao y la English Premier League. Los que dicen que este torneo es malo no entienden un carajo de futbol. En pocos lugares se juega con la técnica en velocidad y con presión de salida como acá. España e Italia, aún con grandes jugadores, son ligas previsibles y sin singularidades.
Boca respetó un patrón de juego efectivo, de una dinámica tremenda en la recuperación del medio campo. Búsqueda del lugar, salida en uno, a lo sumo dos toques, para que aclare Román, y producir tres o cuatro asistencias por partido para que cualquiera defina. Boca, desde la levantada contra…, partido que arrancó a once puntos del lider, ganó siempre por un gol. La ausencia de Palermo y Palacio se resolvió con gran inteligencia por Román, que también se anotó varias veces en la red.
San Lorenzo perdió el campeonato, al final, en las dos últimas medias horas de los partidos del triangular. Arrugó como equipo chico, condicionándose solitos con los arbitrajes. A Boca el único fallo claro que lo favoreció fue el penal de Mouche a San Martín de Tucumán, en el borde del area al final del partido. Todo el resto que dicen, penales contra Racing, el llanto de San Lorenzo en los dos partidos, no forma parte de la realidad. Encima, el sábado quisieron ensuciar y les salió al revés. Muy mal San Lorenzo, Viggo y forro de Tinelli.
Tigre, una cosa de locos. Muy bien.
Buscamos alguien para gastar, pero no encontramos a nadie. Están todos escondidos, sin hablar, sin llorar…el fútbol es mucho mejor así.