Así como el presupuesto educativo pierde espacio en el presupuesto general de la Ciudad, su sobrinito bien, el presupuesto para Educación de Gestión Privada le gana espacio al primo pobre Educación de Gestión Estatal.
Para ver como retrocede el presupuesto educativo pueden hacer click acá, lo comentamos hace unos días.
El presupuesto de Gestión Privada incrementa su participación del 14,8% en 2008, al 17,9% del presupuesto educativo total del 2009. Naturalmente los tres puntitos porcentuales de diferencia los pierde la atención de la educación estatal, con énfasis en los recursos de infraestructura y las mentadas becas sumando casi $200 millones que van a parar a escuelas privadas.
El discurso justificante de esta redistribución favorecedora del sistema privado, es que éste es tan importante como el estatal, para la educación de los porteñitos. Escuelas Públicas de Gestión Privada, dice el Ministro que responde a la Peligrosa Gabi y a la Curia.
Pero algo complejo está ocurriendo detrás de este sobregiro de recursos hacia las arcas del Cardenal. El Arzobispo es uno de los mentores espirituales de esta banda recontrarreaccionaria, como así también lo es de otras agrupaciones conservadoras, su poder es vasto, pero no creemos que tenga tanto lobbie como para generar este vuelco.
Hay toda una trama social que va cristalizando y crea condiciones para la transferencia a los generosos educadores lucradores.
Según datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad, la distribución de la matrícula en el nivel primario está modificándose según el siguiente patrón:
1. Los alumnos del sistema estatal son cada vez menos: desde 2005, un 1% menos cada año.
2. La matrícula de las escuelas privadas crece 2,3% por año en el mismo período.
A este ritmo en unos seis años las escuelas privadas educarán a la misma cantidad de pibes que las del Estado.
La lectura y el significado preciso de estos datos requiere cruzar información sobre la distribución geográfica y el perfil socioeconómico de la población. Pero mirando los números sin ninguna desagregación se nota que el sistema privado viene tomando todo el crecimiento natural de la matrícula.
La estrategia de desinversión del conservadurismo no puede sino reforzar esta tendencia.
Están consolidando un modelo de Ciudad segmentada; la urbe que expulsa o atrae, según la cartera de la dama y la tarjeta de crédito del caballero.
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