Adoquines, asfalto, ayer, hoy, siempre

En busca de razones que expliquen como es posible semejante mediocridad para evaluar una gestión municipal, TCM recurre a fuerzas narrativas del pasado.
El laboratorio de discurso de la derecha, manda a todos los funcionarios a hablar de “respeto por el otro” y “mantenimiento del espacio público”.
Parece que el tema del asfalto, los adoquines en su momento, obsesiona a los porteños desde hace añares.
-Era tiempo que se acordaran de nosotros…
-Cierto…y lo bueno es que se valoriza el barrio…
El diálogo que imagina Arlt podría ser actual, perfectamente.
"El adoquinado es una especie de salvación para esta gente. Es la civilización, el progreso, acercando la ciudad a la pampa disfrazada de ciudad, que es nuestra urbe. El adoquinado…es la valoración del terreno y la casita, el adoquinado es la obligación próxima de la vereda de mosaicos, del cerco con sesenta centímetros de tapia en mampostería, el adoquinado implica el frente revocado, la aparición de comercios…el adoquinado para la crosta suburbana es la mar en coche…ni más ni menos…como suena…la mar en coche".
La crónica sin pausa de Arlt muestra con claridad que el problema del asfalto viene cristalizando en la corteza cerebral del porteño desde hace por lo menos ochenta años. Pero el haber transformado su manufactura en un concepto pasible de contraposición con otros con los que no tiene nada que ver, como la educación, la salud o la alimentación de los pobres, es un invento de esta derecha.
Por eso cuando Kirchner decía hace un par de años "que armen su partido"…por favor, estos tipos no pueden armar ni un partido de payana.
Las Aguafuertes de Arlt cumplieron con su misión. Originales en la necesidad de subsistencia del Atormentado y en su compulsión por escribir lo que observaba, por partes iguales, traen a colación muchas conductas embrionarias del comportamiento errático del porteño de la actualidad.
Acusadas de costumbristas por la sencillez de los fenómenos a los que referían, casi siempre conllevan una crítica a la naturaleza humana, responsable para Arlt, de la pena y el sinsentido con los que transcurre la existencia.
En este caso, las víctimas de su aguda observación son los “frentistas”, que esperan toda la vida la valorización de sus propiedades por medio de la obra municipal.
Hay una tendencia del discurso que le armaron al Tilingo: los tópicos sobre los que se apoya son tradicionales y simples, pero es la insistencia en la repetición y el énfasis lo que le da cariz particular. Todo el día diciendo respetemos al otro, caminemos por la calle pareja…
Los frentistas del Atormentado estarían congelados frente a las cuadrillas que levantan el piso de adoquines, los apilan en una punta de la cuadra y empiezan a pasar la máquina compactadora de piedritas; sus nietos y bisnietos deben festejar que el arreglo volverá a valorizar la propiedad familiar.
Pero con esto no alcanza derechistas para gobernar ocho años eh…Tendrán que exponer algo más articulado, lógico. Imagínense que ese mismo mediopelo pasó de no poder comprar nada porque no le dejaban sacar la guita del banco, a morfar helados de manera compulsiva, colmando todos los comercios de la ciudad. Luego le toca ir a votar: el único que le garantizaba la tranquilidad era Nestor, van y votan a la Mística y a la derecha, que si llegan a gobernar, juntos o separados, esto queda como Bagdad. Y los votaron igual. El mediopelo es desagradecido, es de lo peor que hay.
Hay que reconocer que el formato comunicativo que se impone hoy día, lo favorece al Tilingo. Sus exposiciones pasables son las cortas, cuando se extiende más allá del minuto cinco, la empieza a cagar mal. A la Peligrosa Michetti le pasa algo parecido, salvo que puede meter un bocadillo victimizante cada tanto y gesticula con la manito como si sostuviera una manzana. Pero no tiene muchas luces tampoco. El gurka de HRL-HDMP es antipatiquísimo para el gran público, que nota enseguida que es un falso hijo de puta y calculador.
Entonces el mensaje es simple y lineal, porque los tipos no pueden hablar de otra cosa, no es que los pueden mandar a elaborar un planteo. No. Esto es una condena a la repetición de boludeces como la obvia del “respeto a los demás”.
Es una misa esto. El chamuyo es como el de una misa, en la que te recuerdan cosas obvias con tono increpativo moral, pero en realidad porque no tienen otra cosa para decir, por lo menos a ellos dos no se les cae una idea.
“Casi todos ellos leen diariamente la sección “Municipales” de los periódicos, de manera que simultáneamente se enteran del milagro a ocurrir, es decir el decreto de pavimentación”.
La verdad hubiera sido bárbaro que el atormentado Arlt pudiera asistir a esta regresión, electrónica y municipalista, del público de la ciudad más europea del Tercer Mundo.