lunes, 29 de diciembre de 2008

Pantriste y los barquitos


Con un timonel sin barco y un hincha de San Lorenzo que es un llorón, el kirchnerismo pretende derrotar a las dos derechas el año que viene. Imposible.
Nos dijo un amigo, que vive en provincia, que es hincha del Ciclón y también llorón:
-Che ese Kravetz no caretea nada, lo vi el otro día en un programa de tele con Ritondo y los dos se sonreían entre ellos como diciendo “estamos todos en la misma”.
El comentario de nuestro amigo, que mira programas de cable de cuarta categoría para escapar a los resúmenes sobre el torneo Apertura, es agudo.
La otra espada de la estrategia del kirchnerismo es la presentación políticamente correcta del también Cuervo, y ex candidato, Daniel Filmus, que aprovecha el espacio que le brinda hoy el matutino P12 para explayarse sobre la gestión del Tilingo de Barrio Parque. Ya de entrada arranca mal porque el periodista lo pone a la defensiva, le pregunta por el esquivo vínculo con la clase media porteña: a esta altura para el kirchnerismo la feligresía pequebús local es responsable de todos los males de la humanidad, y viceversa.
La prensa de Filmus, papá…Sos una fuerza minoritaria, estás en un contexto electoral desfavorable, con una agrupación que no ayuda porque busca los morlacos en todos los rincones, y empezás la nota pidiendo disculpas por caerle mal a la clase media…así no van a ganar ni el torneo de botella al cesto de Jugá Limpio. Horrible estrategia de comunicación.
Bueno, la nota sigue: hay dos acusaciones contra el Garca. La primera es que es ineficiente. Y dale con la ineficiencia. Si el Tilingo gestionara como se debe levantaría un muro contra las migraciones en Puerto Madero a la altura de Alicia Moreau de Justo, que doblara por Libertador con un pequeño anexo, en T, a la altura de Retiro. Para que quieren que gestione más? La verdad no entendemos la crítica.
La segunda acusación es que el gobierno derechista plantea medidas y luego va para atrás con su implementación:
“El kirchnerismo debe saber interpretar la necesidad de crear un frente mucho más amplio que el propio kirchnerismo, que marque la diferencia, no tanto mirando al gobierno nacional, sino mirando cómo oponerse al proyecto de Macri, que es muy grave, porque a la ideología reaccionaria conservadora y neoliberal, le suma la ineficiencia. Nosotros no imaginamos este nivel de falta de preparación. Puedo hacer un listado con 20 medidas con las que Macri avanzó y luego dio marcha atrás.”
Algo así como: a la condena por asesinato se le suma el robo de mercadería en un parripollo. Ya dijimos, el desafío opositor es exponer como sería la derecha llevada hasta sus últimas consecuencias, no como “no sería porque no llega con la ejecución del presupuesto”. El discurso de la ineficiencia lleva a discutir en el propio escenario de ellos, a no cuestionar sus mismos, nefastos, términos.
A quien se dirige este discurso? Porque al electorado que lo votó, el candidato lo debería contener con un grado mayor de radicalización de la propuesta, no con planteos de cosmética sobre el Tilingo; otra vez, llevado hasta sus últimas consecuencias deviene en el deseado cogobierno que muchos de sus diputados anhelan, para poder colaborar más y más.
Nosotros, gratuitamente, le brindamos una alternativa al párrafo desafortunado de la nota:
“El kirchnerismo se deberá integrar en un frente que agrupe a todas las fuerzas que se opongan a la estrategia de la derecha para destruir el Estado y diferenciar la Ciudad social y espacialmente. La ideología reaccionaria conservadora y neoliberal de Macri, se manifiesta falsamente en ineficiencia, pero en realidad se trata de un nuevo concepto de gestión del Estado, en el que todas las decisiones de gasto se concentran en un eje en el que priman los criterios de negocio y renta. Puedo hacer un listado con 20 medidas con las que Macri avanzó y luego dio marcha atrás; lo hace porque su exposición pública debe ser funcional sólo a este criterio de conducción del Estado. Debemos mirar las limitaciones del Gobierno Nacional y aprender de ellas.”.
Luego, el Cuervo víctima de los arbitrajes, retrotrae la discusión electoral a junio de 2007, en un esfuerzo de imaginación menor al de Santiago Solari en los partidos del triangular final.
Habiendo encabezado la peor derrota en la historia de la Ciudad, el otrora candidato insiste en la viabilidad de una conformación, juntando a Telerman e Ibarra para sumar sus partes.
Con Telerman se le va a complicar, le advertimos que forma parte del dispositivo del Cardenal y que será usado para hacer morder el polvo al malvado kirchnerismo. Como el año pasado, bah…
La estrategia es muy profunda y arriesgada. Su objetivo es poner al kirchnerismo por debajo del 35% a nivel nacional. Por ello plantea un tablero en el que la Peligrosa Michetti arrase en el público de derecha y centro, y Carrió arrase entre el público de centro y derecha. Pero con mutua articulación. En números, el Cardenal y su ballet esperan arrojar al kirchnerismo a menos del 20% en la Ciudad: ese es su objetivo.
Difícil, pero más ambicioso que lo del kirchnerismo de la Ciudad, que sueña con veleros, alianzas con el enemigo, y después de un año no logra caracterizar a una derecha berreta y remanida.
Poco para enfrentar al Cardenal, que piensa maldades todo el día, mientras cuida que no se deterioren nuestras costumbres.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El Cardenal solo reconozco uno y canta tangos, los títulos de nobleza esclesiástica que encubren los rostros de quienes en nombre del bien planearon la inquisición no son recnocidos por mí. Sobre Telerman e Ibarra, no aprendieron que el que traiciona una vez traiciona dos veces?