La cinchada por los recursos

Cuando los problemas cobran carácter público, el cerebro comunicador que dirige la verba del Garca y la Peligrosa Gabi, se pone en alerta. Dibujan conferencias de prensa, como la del jueves 20 de noviembre. Las arman para mostrarse compungidos, víctimas de una institucionalidad tramposa que no los deja ejercer las ideas de libertad por las que llegaron al Estado.
Con el Presupuesto van a tener uno de estos problemas. Es indefendible el presupuesto que armó el ex SIDECO, Creaurban y IECSA Nestor Grindetti.
El Grupo Técnico de Gestión tensiona los márgenes de la realidad comunicable: Chaín, Grindetti, Clusellas, más allá Piccardo, Lemus en representación de los generosos Médicos Municipales no se avienen a las necesidades que impone gobernar para seres humanos. El pulpo HRL se vuelve loco para responder cada crítica con un ataque o un ninguneo.
Algunos tópicos para repasar:
1. Como ya observamos (click acá y acá) el proyecto presupone una regresividad pro cíclica muy marcada en su política de gastos e inversión.
2. En el lado de los ingresos empieza a despuntar una pendiente negativa, que no puede sino acentuarse, en la medida que se le vayan secando los bolsillos a la clase media consumidora de Pumper Nics y helados. Igualmente, todavía no hay dato que muestre una pérdida de ingresos reales: ocurre una retracción coyuntural por incertidumbre, y estacionalidad pre navideña.
3. El presupuesto está elaborado sobre la base de un conjunto de variables sobre las que no se puede establecer una previsión cierta. Tasas de interés para endeudar a la Ciudad que no se saben. Ritmo de crecimiento económico para calcular la recaudación que no se sabe. Alta incertidumbre.
4. Un contexto así recrudece la lucha entre los ministros lobbistas, que buscan fijar su cuota parte. Es la lógica de la piñata.
Un escenario peligroso y complejo, porque el sistema de prioridades está determinado por el eje que constituye el Grupo Técnico de Gestión, y sabemos: la equidad social no es un asunto que los desvele.
Van a jugar una cinchada multisoga, en la que el gasto social y la inversión en infraestructura de las zonas postergadas, seguro que van a perder.