miércoles, 3 de diciembre de 2008

Actualidad del justicialismo


El hipotético carácter de “significante vacío”, de Laclau, del peronismo, no justifica la herrática política de su versión local, el Frente para la Victoria.
La actitud de la agrupación frente al proyecto desplegado por la derecha distrital no tiene relación con la magnitud de su representación política.
El genuino 22% del 6 de junio de 2007 es una parte importante del electorado porteño, bastante importante en el contexto de fragmentación del sistema institucional. Si bien hubo dos listas que sumaron, el mensaje es el del 22% que enfrentó a Macri desde la perspectiva nacional, junto a la local, y luego se amplió al 40%: a partir de allí hay que hacer retroceder a la derecha. Ni más, ni menos. El mandato es de clara oposición y rechazo del intento de restauración neoliberal del Estado, por parte de grupos de renta privada.
El pejota de la ciudad tiene en mente el mensaje de 2007, pero el mensaje del 60% de Macri en segunda vuelta. Este mensaje, recordamos, es la máxima reacción conservadora de base social desde el retorno de la democracia en la Ciudad.
La comunicación del proceso macrista robustece y facilita la salida hiperpragmática del FPV. Claro que esta memoria selectiva del pasado reciente y de la retórica de los 70, obvia lo ocurrido en el período 1983 – 2003.
Obvia la desintegración de las entidades partidarias, la liquidación de la Patria desde dentro del peronismo, tres renovaciones parciales de las líneas dirigentes; la crisis, entre otras cosas, de representación de 2001 – 2003. En resumen: obvia la historicidad y las razones por las cuales muchos conspicuos dirigentes del FPV ocupan los lugares que ocupan.
El olvido de 2001 es grave por la cercanía: siete años. Se debe hacer un balance colectivo de esta etapa corta.
También ponderar la creciente institucionalización del dispositivo del peronismo a nivel nacional, mientras se sostienen políticas de alto impacto en el Gobierno Nacional, en una dirección impecable, para atender la coyuntura internacional (aunque haya algunas perlitas en relación a los recursos naturales).
La situación del sistema político define en gran medida la posibilidad de defender la micro matriz distributiva local de la agresión sistemática a la que está siendo sometida por la derecha. Y sabemos: el problema distributivo es el gran problema a nivel nacional, que todavía no resolvimos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

alta nota! Gerva