Representan intereses similares (en ocasión, los del lobbie inmobiliario), sí, pero el regodeo promiscuo es innecesario. Macri lo invita a Telerman a inaugurar la remodelación de la Casa Cuna. Este, al acceder, contribuye a legalizar el tránsito del Tilingo por la institucionalidad de la política.
Aclara Telerman que las diferencias ideológicas son marcadas, pero que el gesto “enaltece al adversario”.
El matutino (que usa un papel contaminante sobre el que nadie dice nada, porque sinó el Grupo desata una campaña de desprestigio que destruye al denunciante), consigna:
"Agradezco a Macri que me haya invitado a inaugurar esta obra que esencialmente se hizo durante mi gobierno", sostuvo Telerman. Y destacó: "Es un ejemplo y un gesto republicano que dos personas con las diferencias políticas e ideológicas que tenemos Macri y yo, podamos compartir un acto de presentación de obras tan importantes, que fueron iniciadas por un gobierno y concluidas por otro".
Noten que si articulamos los antecedentes de los últimos días, especialmente los referidos al escándalo del votón, podremos apreciar el duro cierre de la corporación política sobre si misma: un acto de solidaridad conmovedor.
TCM piensa que al Afrancesado institucionalista, tampoco le conviene andar paseándose con el Garca: su espacio electoral tarde o temprano lo va repudiar, salvo que el Pelado piense que disputa la misma franja que el Garca.
Nos parece un error de cálculo de Telerman, originado en su ferviente deseo de pertenencia a una democracia liberal a la europea, donde la alternancia (y el contubernio) son la regla.
Pero acá es totalmente imposible, los trapitos sucios, más temprano que tarde, siempre al sol…
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