Negro el 22

De igual manera que en anteriores momentos trascendentes de la historia institucional de la Ciudad, el Cardenal Arzobispo actúa como amalgama del frente conservador. No tiene límites a la hora de convencer y repartir costos.
El diseño del acuerdo del macrismo y la Coalición Cívica para aprobar el presupuesto el próximo lunes 22, implica desandar caminos y desdecirse de opiniones, en ambos márgenes del derechismo: el chabacano y el republicanista.
Las huestes del Tilingo, y él mismo, asumen el discurso de la fuerza a la que, por pura especulación electoral, ayer acusaban de destructiva. El chamuyo está copiado de los increpadores documentos pastorales.
Asimismo, en cuestión de horas, modificaron la política de Estado en relación al asunto sensible de los Juegos de Azar.
Por su parte, el lilismo pondrá el cuerpo a la aprobación de un presupuesto impresentable, el más regresivo de la historia de la Ciudad, a cambio de la solidaridad del Tilingo y la Peligrosa Michetti con la campaña de denuncia trascendente y mística que emprendió la lider contra el groupier Cristóbal Lopez, bajo acusación de ser testa de Kirchner.
El pato de la boda de este nuevo acuerdismo es el FPV distrital, que quedó a contramano de todo: no puede “participar” del acto cívico de sanción del proyecto de presupuesto, y está obligado a una nada rentable diatriba, para salir en defensa de su Jefe.
La credibilidad de los tres conjuntos quedó desflecada.
La gestualidad de la conferencia de prensa de ayer, en la que el Garca y la Peligrosa aparecieron envejecidos, puso en escena el desengaño de los hacedores de la Ciudad: el costo de gobernar es altísimo. Es casi de vergüenza, y se baña con llanto.
Por su parte, la Coalición Cívica distrital abandonará el teatro por la puerta de servicio, sin poder explicar porque habilitan un presupuesto que niega sus dos pilares programáticos.
Por un lado, la transparencia está negada: se está asignando la gran mayoría de los recursos de capital a una bolsa donde no hay norma taxativa sobre la prioridad de asignación, por ejemplo, en la opción “reparación de la escuelita de la calle Pringles vs. relleno inmobiliario del Río de la Plata”. Único en la historia, desde Cacciatore a la fecha. Chaín, Grindetti y Clusellas (el plenario de SOCMA) decidirán el orden de la fila a piacere.
Por otra parte, la redistribución del ingreso, segundo pilar del verso republicano, es seguro que será regresiva: ya demostramos que el gasto social pierde 5% de participación en el total del gasto, a costa del negocio inmobiliario y la deuda externa.
La maldad del Cardenal, su avaricia, su afán de venganza y su capacidad de síntesis puede lo que no pudieron todos estos incapaces de la derecha juntos, ya sean republicanistas o genuinamente represores y rentistas.
Aplausos para el Cura encubridor de los crímenes de la dictadura, que encima les pega el cachetazo ético a tutti quanti.
Sigamos sus movimientos cuando contribuya a acomodar el tablero electoral 2009: todavía le queda el Peón Telerman para mover.