viernes, 5 de diciembre de 2008

La juventud del partido de Paco Manrique


"No existen impedimentos normativos, pero no lo veo legítimo en términos históricos, culturales y políticos. …si viviera, Rosas no hubiera resistido un juicio de la verdad”
El diputado preopinante es Martín Borrelli, un cuzquito de presa de la derecha local. Se refiere, en el párrafo, a la discusión sobre la denominación de una nueva estación de subtes: Juan Manuel de Rosas o Villa Urquiza. En la foto: es el muñeco de torta del medio exacto entre los que están parados, posando para la revista "Cambio y Nueva Política".
Claro como el Brigadier no está presente, el juicio a la verdad se lo podemos hacer a él. Pero no haremos una filípica sobre sus intempestivas intervenciones para defender con énfasis el proyecto de regresión a 1910 que gobierna la Ciudad.
Sólo recordaremos tres tópicos que lo definen por medio de su ideología.
1. Borrelli es uno de los legisladores que se adhirió al plan de turismo pro imperialista. Y fue a Estados Unidos a presenciar el normal desenvolvimiento de las últimas elecciones y a llenar la agenda con contactos útiles a su tarea de alcahuete de los yanquis. El tour fue organizado, como relatara el Comandante Estoico en este post, por la Fundación Universitaria del Río de la Plata, sobre la que no profundizaremos en esta entrada, para dejar lugar a otras dos aristas del perfil del diputado.
2. Borrelli es presidente del Partido Federal a nivel nacional, el partido de Paco Manrique, funcio del Onganiato. Sobre la vetusta fuerza liberal no haremos mayores alusiones, les recomendamos que visiten su web en horas en que padezcan insomnio, como remedio.
3. Borrelli es autor de una notita en la página del gusano cubano Cesar Alarcón. La nota se refiere al caso boliviano, a Felipe Quispe y al contexto de los conflictos previos a la Revolución de Evo. Lo llamativo es la virulencia verbal de este dinosaurio chiquito, sino miren:
“Es evidente que Quispe y los líderes indígenas, en el más puro estilo leninista, han aprovechado el descontento de una parte de la población para dar un golpe de estado en la calle a un gobierno legítimo, elegido democráticamente”.
Se refiere al gobierno de Gonzalo Sanchez de Lozada, ejercido por el mismo mientras aprendía a hablar castellano.
“Es la misma triste historia de Cuba, Nicaragua o El Salvador. Aunque con una diferencia: esta vez, el modelo revolucionario no es el de Castro con el fusil en la mano, sino el de Allende en Chile, reeditado por Chávez en Venezuela y por Lucio Gutiérrez en Ecuador. Se trata de utilizar las instituciones democráticas, en combinación con la presión de grupos violentos organizados, para implantar una dictadura de corte socialista con apariencia de régimen democrático. No es difícil predecir cuáles serán las consecuencias para las libertades democráticas y para la economía si se observa el ejemplo de Venezuela.”
Expone de esta manera una moderna interpretación contrainsurgente, elaborada por la CIA en 1973.
“El problema se resume en una cuestión de modelos a nivel continental: Cuba y Chile ilustran dos concepciones del desarrollo diametralmente opuestas. Una estatista, centralista y planificadora y la otra, liberal. La primera conduce a la pobreza generalizada y la segunda a la superación de los lastres del subdesarrollo. Para Castro la pobreza es el resultado de un despojo; si las multinacionales explotan a los países pobres llevándose sus riquezas, hay que expropiarlas. Si el campesino es victima de los latifundistas y empresarios agrícolas, hay que colectivizar la tierra. Ya sabemos adonde ha ido a parar Cuba. Chile siguió la vía opuesta. Aplicando el modelo liberal de apertura a los mercados, privatizando empresas que antes eran monopolio del Estado, dando entrada a la inversión extranjera, obtuvo en la década pasada aumentos del PBI del 6% anual en promedio.”
Formula un serio estudio político y económico comparativo, con el nulo rigor científico que caracteriza al conservadurismo analítico. Vean este amarillo papiro completo haciendo click acá.
Mejor que siga como diputado alcahuete de los yanquis porque como analista internacional va a terminar de Director de Estudios Antiargentinos de la CIA.
Para demostrar que el macrismo no son sólo negocios inescrupolosos a costa del gasto social y comunicación berreta: también es gorilismo proyanqui antiguo y recalcitrante.
La verdad que del leninismo y de Mariátegui ni nos acordábamos. Vaya un agradecimiento a las bases de datos de la derecha, que siempre actualizan los viejos conceptos, trayéndolos al presente para engalanar su propia, vieja, versión retrógrada de la vida y la humanidad.

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