"Pero más abominable aún que los imperialistas son los hombres de las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos". Eva Perón
lunes, 1 de diciembre de 2008
Visitas guiadas a la Villa 31 para estudiantes de la UADE
Una de las aristas más importantes de la discusión sobre la aplicación del conocimiento científico para el bienestar de las mayorías, se dirime en el modo de relación entre la Universidad y el Estado en todos sus niveles.
Es sabido que el complejo científico tecnológico argentino, a pesar de los golpes sistemáticos que sufre desde la Noche de los Bastones Largos, cuenta con una extensión peculiar en el contexto de los países del Tercer Mundo.
La Universidad tiene por norma tres funciones: enseñanza, investigación y extensión. La primera no vamos a explayarla.
Investigación supone acumular conocimiento científico a partir de una mayor conceptualización de viejos y nuevos problemas que enfrenta la humanidad.
En el marco de la Extensión se agrupan las salidas de la Universidad al territorio para actuar en el link teoría - práctica. El desarrollo de acciones por parte de la comunidad educativa y científica debe traducirse en beneficios concretos para poblaciones, sectores sociales y organismos públicos. Como contraparte la Universidad se enriquece con una base casuística más amplia.
La manera de articular entre la Universidad y los Estados no es la mejor, en la usanza argentina. Es escasa, y cuando efectivamente se da, los acuerdos de trabajo se reducen a la realización de un servicio puntual, raramente responde a una lógica estratégica de complementación. Esto vale mirando la relación Estado y Universidad Pública, el conocimiento que por allí circula, dentro de ciertos límites queda en la orbita de la apropiación y el usufructo social.
Los liberales, siempre que pudieron, intentaron desfinanciar el sistema y favorecer el desplazamiento de la demanda hacia efectores privados.
Universidades privadas hay de dos tipos: las de elite (como San Andrés y la Católica) donde forman sus cuadros las clases dominantes, por un lado, y las que constituyen curros descarados, enseñaderos de título mercantil express, por otro. La UADE forma parte de este último conjunto. El exceso que comete la administración antipopular gargameliana, metiendo universitarios de las escuelas berretas al Estado ya colmó nuestra paciencia. TCM ya había observado la apertura de los hospitales públicos a alumnos chetos.
Hoy dimos con un convenio de Cooperación, refrendado en el Decreto Nº 1370 / 08, que vincula al Estado Local con la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
Hasta aquí sólo vemos un negocillo más entre la prestigiosa institución formadora de cuadros enemigos y un viejo amigo (ya desde sus épocas en el ANSES): el soldado imperialista Horacio Rodriguez Larreta (el de la familia aristocrática en la que todos llevan igual nombre de pila).
Pero mirando todo el campo de estudios que prevé el Convenio, el espanto es total. Transcribimos:
"…el presente convenio de cooperación y colaboración que se regirá por las siguientes cláusulas:
PRIMERA: “EL GCBA” y “LA UADE” se comprometen a concretar acciones tendientes a la cooperación y colaboración académica en aquellos temas que ambas partes consideren de interés común, con el fin de aportar soluciones y cursos de acción a diversas problemáticas planteadas en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que a modo ejemplificativo (?) se enumeran en la Cláusula Segunda del presente, sin perjuicio de otros temas que puedan determinar en forma conjunta las partes en el futuro.
SEGUNDA: Las partes acuerdan que resultan especialmente temas de interés para la cooperación establecida en la Cláusula Primera del presente, el transporte público y el subterráneo de la ciudad, los centros de trasbordo que se encuentran en la ciudad, la urbanización y traslado de barrios de emergencia, especialmente la conocida villa 31, las políticas alimentarias, de inclusión social, emergencia social y economía social, el déficit habitacional y la implementación de políticas de vivienda, las autopistas, en particular la Autopista Ribereña, el soterramiento de líneas ferroviarias como la del ferrocarril Sarmiento, la higiene urbana en lo relativo el tratamiento de residuos (Basura), la salud pública especialmente la salud mental y las adicciones, el estado general de los hospitales y los hospitales y centros de tratamiento de salud mental, la seguridad en la Ciudad en lo que respecta a su mejora y a la prevención del delito, el Poder Judicial de la Ciudad y la reforma de la Justicia, la educación, el proyecto Buenos Aires desde el Sur, el arte, la cultura, el deporte y las actividades de entretenimiento, la promoción del turismo y la gastronomía, el espacio público, la implementación de señalética en la vía pública, la contaminación visual y sonora de la urbe, las políticas de fortalecimiento y desarrollo de Pymes en la Ciudad; y los proveedores del GCBA."
Osea, todo.
TCM se desvive por un palco para contemplar el relevamiento socio ambiental que los estudiantes de segundo año la Licenciatura en Política y Administración Gubernamental van a realizar en la Villa 31 del Padre Mugica, naturalmente escoltados por la patota de la UCEP de Fabián Rodriguez Simón.
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3 comentarios:
alguno se mando un copiar y pegar zarpado no?
No vale la pena una entrada tan larga por esta pelotudez.
Crítica destructiva
chauuuuuuuuuu
no la lei, porq es muy larga, pero igual banco al de la critica destructiva.
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