martes, 22 de septiembre de 2009

Continental Coordination


Luego de las declaraciones de Lula, desde Nueva York, policía y ejército en Honduras reprimieron a los manifestantes que apoyaban al Presidente Mel Zelaya, que espera, acovachado en la Embajada Brasileña, una negociación con el gobierno de facto.
Según Lula, la comunidad internacional ya no puede tolerar la persistencia de un gobierno golpista en América latina.
"No estamos más en los problemas de la década de los 60 y no podemos aceptar que por divergencias políticas alguien se halle en el derecho de deponer un presidente democráticamente electo", explicó Lula.
Si el dirigente "gusta o no gusta, eso se cambia en la elección", comentó. "Por eso apoyamos al presidente Zelaya y nos gustaría que los golpistas se dispusiesen a encontrar una salida negociada y democrática".
Amorim aclaró el lunes que "Brasil no tuvo ninguna interferencia" en los hechos conducentes a la presencia de Zelaya en la embajada, sino que se limitó a concederle el permiso para entrar, solicitado poco antes de su llegada. "Nosotros no planeamos nada", aseguró el canciller.

Nota.

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