El Duce, la tele y el chori

Este Carlos Pagni que escribe en el diario de Bartolo, mi Diossssssss...logró identificar las transiciones necesarias para reunir en un mismo contexto ideológico a Perón, Kirchner (bieeeen!!!) y...Mussolini (uhaaaaaaaa!!!).
"El proyecto incorpora pautas de desconcentración mediática que rigen en muchos países que pretenden garantizar la libertad de información. Pero, al mismo tiempo, tiene un marcadísimo espíritu intervencionista. La genealogía de esa orientación es inconfundible: va trepando desde la ley 14.241, impulsada por Juan Domingo Perón en 1953, hasta el decreto 23.408/44, de la dictadura de 1943, que estableció una comisión para revisar licencias y crear un plan nacional de radiodifusión; un año antes, el mismo gobierno había dictado el decreto 13.644, para crear la Subsecretaría de Informaciones y Prensa. Esta normativa, como tantos otros aspectos de aquel régimen, imitaban las reglamentaciones impuestas en Italia desde 1924 por Benito Mussolini, con la inspiración inicial de Guillermo Marconi, nada menos. Vaya sorpresa: una ley de los Kirchner que abreva en fuentes mussolinianas."
Nota acá.
Si leen el panfleto podrán apreciar la labor documental de Pagni, que hizo un estudio de varias leyes sobre la regulación de la comunicación de masas en las dictaduras fascista y peronista, el Proceso y el kirchnerismo, por supuesto, para llegar a la conclusión que el mal de todos estos regímenes es querer "melonear a las masas".
Sin perjuicio de la absurda comparación, increíblemente, el diario de Bartolo se mantiene en la doctrina de la manipulación de las mayorías, que es acientífica y ahistórica.
A las masas no se las manipula con medios de comunicación, solamente, se las controla con choripán, fundamentalmente.
Es la clave de nuestro Movimiento Populista, Demagógico, Idolatrador y Confiscador.
En la foto que engalana el post, Pagni muestra como terminará el matrimonio presidencial, en caso de no bajar las retenciones a la soja y, asimismo, insistir en que el Congreso apruebe la Ley de Servicios Audiovisuales.
Acompaña al Duce en el final, Clara Petacci, su novia.