miércoles, 25 de noviembre de 2009

Asuntos Hídricos y Asfalto


Con el trasfondo de la puja (?) por los precios de la obra pública, se produjo un altercado en la reunión anual de la Cámara de la Construcción.
El Estado Nacional explicó, y cuantificó, sus planes de inversión, y lanzó la zanahoria de la construcción de las rutas "con peaje" para beneplácito de una agrupación cuasi mafiosa que escucha con la calculadora a mano.
Pero en eso llegó el Excavador de Barrio Parque, alterado por el fiero día que había vivido, y anticipó su medida central de la semana: renunciar, o desadherir, por parte de la Ciudad, al Régimen de Responsabilidad Fiscal Nacional, qué establece una serie de parámetros de desempeño de las cuentas públicas para acceder a financiamiento externo.
Macri subió visiblemente enojado al escenario. Pidió “bajar el nivel de confontación y agresividad”, para no necesitar “una pericia psiquiátrica todos los argentinos en breve”, como la que le pidió a la Justicia Guillermo Moreno para que se la practique al número dos del grupo Clarín, Jorge Rendo.
El jefe comunal se justificó luego ante los contratistas –que lo conocen bien de las empresas de su padre– por no haber ejecutado toda la obra pública prometida en campaña. Culpó a “los pequeños cortocircuitos que no nos han permitido (a la Ciudad) acceder a financiamiento en los mercados internacionales” para concretarla. Y dijo que pese a las “cifras rimbombantes” que había presentado López por la administración nacional, a la metropolitana no le alcanza ni para cubrir una trigésima parte de lo que necesita.

Nota completa acá.
Pero veamos los hechos que hablan sobre el comportamiento contratista del Hereje de Barrio Parque.
Los ejes del plan de obras públicas de la derecha son:
1. Acelerar los esquemas de rotación de capital de las empresas, derivando cada vez más recursos a obras de corto plazo, como mantenimiento de la vía pública y otras yerbas. En ese terreno, el Indexador Máximo de Precios de la Argentina, y Ministro de Ambiente y Espacio Público, el ex apertura del Hindú Club y Los Pumas, y virtual candidato a Intendente de Pilar, Juan Pablo Piccardo, qué nobleza obliga, sobre ejecuta muy eficientemente su presupuesto, licitó por $513 millones sobre $620 millones diponibles en el año (el 83%), en esos arreglos berretas que vemos por doquier, engalanados por carteles amarillos.
Como contraparte, el Ministerio de Recursos Hídricos del Socmaurbanista Chaín, sólo ejecutó en los primeros nueve meses del año $304 millones de $914 millones (el 32,5%), en las obras de infraestructura qué hacen a la sustentabilidad urbana, social y ambiental de la Ciudad.
En ambos casos el capítulo precios merece un tratamiento sesudo que escapa, por el momento, a las posibilidades de este blog, pero bueehhh...imagínense un promedio de indexación anual de entre el 22% y el 25%.
2. Incrementar diferencialmente, y ampliar, la brecha generada por la distribución geográfica de la inversión, favoreciendo a las zonas de mayor densidad (centro norte), como sería natural, pero relegando las intervenciones sobre el tejido de baja densidad (sur), qué justamente posibilitarían el aumento de su densidad, deslocalizando actividades de las zonas centrales, de manera de llevar equilibrio a la distribución de usos del suelo, factor indispensable para planificar una Ciudad vivible.
3. Relacionando los dos puntos anteriores, este proceso de selección de prioridades es agravado en su regresividad en la medida que coadyuva a cotizar aceleradamente la tierra y la construcción en las zonas favorecidas, sin mediar un mecanismo fiscal, una reforma tributaria, que haga garpar impuestos por las mejorar recibidas.
De esta manera, y por vías indirectas, se hace aún más regresiva la matriz de recaudación.
Entonces, parafraseando al Poeta Gauchesco:
-Cómo vamos a dejar que endeude al fisco este irresponsable!

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