martes, 17 de noviembre de 2009

Miren como baila


Mientras estrechaba la mano del Rey Juan Carlos de Borbón, el Jefe Comunal del Barrio Parque, se preguntaba: "como se puede ser tan pelotudo para guardar todo en el disco rígido?".
Claro, Palacios y Chamorro, de tan impunes se pasaron de pelotudos.
Claro, desde ese día en que su vecina Susana Giménez le dijo que no lo envidiaba por el gran trabajo que tenía por delante, el Tilingo Barrioparquense se propuso inconcientemente demostrar que relato y hechos pueden ser cada vez más divergentes, hasta no guardar ninguna relación. Como si se pudiera paralelizar la realidad con un "mundo de sensaciones" alternativo.
Claro, esta novedosa experiencia chocó con algunos límites que le impuso la prensa marginal, y luego, muy luego, el sistema político de la Ciudad, que esperó año y medio que el Garca tomara un montón de medidas ilegales, y avaló con normas marco las acciones en contra de la ley, que como no podía ser de otra manera, comenzó a implementar la derecha.
Claro, hasta que la mayoría pequebús porteña no comenzó a observar algunas conductas vergonzosas del Barrioparquense, los grandes medios de comunicación hicieron caso omiso a los aberraciones que cotidianamente ocurrían/ocurren.
Claro, es mucho más onerosa una obra de bacheo en la puerta de edificio, obra que bloquea la entrada al garage del mismo, y que dure tres meses, que el armado de un cuerpo parapolicial para investigar opositores y reprimir protestas sociales.
Claro, reprimir protestas sociales es una expresión de deseos de la derecha, y sólo accesoriamente puede formar parte de su programática, porque el consenso por derecha no lleva necesariamente la carga ideológica de impedir la protesta por hacer emerger la puja de poder entre clases, y la distribución de la riqueza: el desarrollo de la historia, ni más ni menos.
Claro, es peor, porque la feligresía pequebús porteña quiere reprimir la protesta para "poder pasar", no para "detener la historia", le chupa un huevo la historia.
Claro, quiere pasar para llevar el pibe a la escuela, y está bién, el pibe tiene que llegar a la escuela.
Claro, cuando llega, como hubo un desperfecto en el tablero de electricidad, porque el Tilingo de Barrio Parque redujo el presupuesto de infraestructura escolar en un 70% en estos dos años, el pibe no tendrá clases por tres días, y el chabón llega a la casa con el pibe, pensando que su mujer le va a agrandar la cabeza a gritos recordándole que hay que pasarlo a una escuela privada, donde esto no ocurre.
Claro, esa escuela privada recibe un 70% más de subsidio estatal que hace dos años.
Claro, miren como baila el...

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