viernes, 29 de mayo de 2009

El Osito y las chauchas


-Nosotros hablamos del negocio del campo nomás - decía Alfredo, Atilio asentía.
-No hablamos de política.
-Pero lo que hace cada uno en política, no lo conversan? - repreguntó el Osito del Maipo, mientras Alfredo desporotaba una "rama de soja", explicando el peso de las retenciones en la economía chacarera familiar.
-Nos quedan estas tres chauchas nomás - punto de la entrevista en el que Arturo Jauretche habría pelado facón y poncho y lo estaría increpando al "federado" para batirse a duelo, porque ya era asqueroso el espectáculo montado en el canal de Pierri.
-Ustedes son la oligarquía argentina? - sonrisa taimada e inclinación de cabeza a derecha, Alfredo le dice:
-37 años trabajando el mismo campo. 29 como arrendatarios, antes como prestadores de servicios de cosecha...en el campo de Yabrán. El rictus del Osito cambió, su relación equilibrio / masa corporal ya era para el Guinness.
Sobrevino el drama de los "pueblos del interior".
-Los desfinanciaron! - gritaban los "federados" - gente de la construcción desocupada.
-Esta gente quiere tanto a los pobres que los está multiplicando - arriesgó Alfredo, Atilio festejaba.
-Fletes y cosechas: 20% - van ocho chauchitas de soja - las retenciones del 35%.
En eso Alfredo saca como cuarenta chauchas y las apila. Qué tramposo el "campesino"!
La pila de las retenciones desbordaba sobre la mesa del Osito, que ponía cara de circunstancia frente a la desproporcionada escala de los montículos.
-40% se va en semillas - le quedan 5%, pensé inmediatamente en un gran esfuerzo de concentración, mientras me distraín los fardos de paja que adornaban el cuadro televisivo.
-...y con lo que queda tenemos que vivir y pagar el campo: otro 28% - esta gente está en un quebranto manifiesto, pierden 23% de cada cosecha y no pueden ni vivir.
- Maíz y trigo peor, ni los vamos a sembrar.
Pero entonces: soja sí a una pérdida del 23%.
Como decía el General: vamos a sembrar de yodo y fosfatos nuestro suelo, para aumentar la producitividad de estos pobres campesinos, que a estos precios no podrán alimentar al mundo.
Para los industriales devaluación.
Si piensan que este post es largo, miren éste que escribió jorgecayetanoasisdigital, acá, en el que lo propone al Hector Méndez de la UIA como el Dányelis de la industria.
Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!

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