En una de sus cotidianas y tortuosas recorridas por el boletín oficial, el Comandante Estoico se castigó con la lectura de la Resolución Nº 3029 / 2008 del Ministerio de Desarrollo Urbano, el pool inmobiliario constructor más dinámico de la historia. Esta nueva normativa, fechada el 25 de septiembre, llama a licitación para el concurso de contratación de un servicio de consultoría (ejem...) para el relevamiento, clasificación, valuación y formulación de estrategias de maximización de valor sobre una cartera de activos inmobiliarios (tomen aire...).
La simpática norma preve un módico presupuesto de 465.000 maravedíes a fin de efectuar la contratación. El estudio tiene por objeto evaluar todo el dominio público de la Ciudad, quizás su mayor reserva de activos físicos, vaya a saber uno con que rufianescos fines.
En el primer párrafo de los considerandos Chaín nos propone: "...la contratación de servicios de consultoría para el relevamiento, clasificación, valuación y formulación de estrategias de maximización de valor, sobre una cartera de activos inmobiliarios determinada, de dominio del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de acuerdo con los requerimientos, teniendo en consideración sus ventajas, limitantes la situación actual y proyectada del mercado y sus estructuración jurídica a corresponder".
Este verdadero hallazgo es una evidencia clara de dos rasgos de política que rigen los caminos de esta administración:
1. La intención, semikeynesiana, de reducir el patrimonio de la Ciudad por dos vías, a su vez: endeudamiento y liquidación de activos.
2. El experimento de economías mixtas que supone la completa simbiosis del interés privado y la acción gubernamental.
El caso se agrava por la inminente venta, en el corriente 2008, de inmuebles por $300 millones, sin que medie la anuencia, y el peaje, de la oposición legislativa.
Esta enajenación del patrimonio de todos los porteños, tiene por objetivo juntar dineros para hacer los cimientos de Puerto Madero 4, y luego subastárselo a la Hermandad Constructora Argentina para que construya a U$S 3000 el metro cuadrado.
Asimismo permite seguir financiando el hiperkeynesiano asfalto petrolero de seis meses de uso efectivo, que obliga a que una vez finalizada la décima cuadra lineal, haya que volver a empezar por la primera, que ya está hecha trizas por el tránsito salvaje de los coches de porteños y conurbabonaerenses.
1 comentario:
Vienen por todo, agárrense los solcilloncas
salu2
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