jueves, 27 de noviembre de 2008

Fuga del Borda


En el marco de una escalada que no podía sino confluir en la rebelión simbólica y material generalizada, Megafón el Oscuro de Flores, rescató al filósofo poeta Samuel Tesler de las fauces del manicomio de la calle Vieytes. El proyecto insurreccional de Megafón contemplaba el reclutamiento de guerreros, como el Filósofo villacrespense, que sumaran en sus dos batallas, la Terrestre y la Celeste.

Cuenta Marechal sobre la gesta del Oscuro de Flores:

"La fuga o rescate de Samuel Tesler, que se operó esa noche, no habría sido posible tal vez en otras estaciones del tiempo histórico asignado a Buenos Aires. Lo que asegura el triunfo de tan riesgosos operativos - dice Megafón en uno de sus apuntes - es la coexistencia de un relajamiento interior en la maquinaria de las instituciones y un vacío exterior en la custodia y vigilancia de la ciudad. Ahora bien (y como lo explica el mismo Autodidacto en su cuaderno de notas), la circunstancia favorable se dió cuando un gobierno militar se instaló en la Casa Rosada y se puso a manifestar sus graciosas características. El gobierno castrense al uso nostro se circunscribe a vigilar y combatir sus propios fantasmas, de suerte que su atención a la cosa pública se hace del todo imposible: se da entonces el relajamiento del mecanismo institucional al que aludía Megafón. Paralelamente se manifiesta el vacío de custodia exterior, ya que las fuerzas policiales, entregadas a la sola tarea de fumigar estudiantes y apalear obreros dejan un sabroso margen operativo a los asaltantes de Bancos, ladrones de vehículos, contrabandistas de alcaloides, tratantes de blancas y demás promotores de industrias afines."

En la épica criolla de Marechal está toda la doctrina necesaria para enfrentar al Tilingo de Barrio Parque. El rescate del Filósofo Samuel Tesler, alter ego del gran poeta demente Jacobo Fijman, culminó exitosamente.
Hoy, el hospicio se llama Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda(recorregido), y la calle cambió su nombre por el del gran sanitarista peronista Ramón Carrillo.

Estamos en la víspera de la comparescencia del Ministro de Salud Lemus ante la comisión legislativa que, seguramente, reirá de la debacle del sistema público de salud. Desde TCM le solicitamos que ante el cierre del manicomio para hacer oficinas, u otro negocio, en sus terrenos, permanezca intacto el escenario de la fuga organizada por Megafón, símbolo de la resistencia literaria del pueblo argentino.
Asimismo le exigimos que use algo de la partida de Maquinaria y Equipos del Ministerio. En este concepto sensible, que agrupa tomógrafos, equipos de rayos x, ultrasonidos y otros artefactos, este vero ministro para la enfermedad popular, sólo gastó $710.000 (el 3,7%) de los $19 millones con los que cuenta, privando a miles de pacientes de tener una atención mejor.

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