domingo, 16 de noviembre de 2008

George Clooney, los Hermanos Coen y el presupuesto 2009



De cara a la discusión del presupuesto 2009 nos sentimos como el actor peronista George Clooney en la película “Oh Hermano” dirigida por uno de los hermanos Coen.
La película transcurre en el Misisipi de los años 30. Tres amigos cantantes y prófugos de la ley llegan sucios a una hondonada donde tres hermosas mujeres cantan mientras lavan sus ropas en un río, y cual sirenas encantan la voluntad de nuestros héroes; la escena se discontinúa, uno de los amigos de Clooney, Pete, desaparece. Sus ropas yacen a la vera del río y Delmar, el otro chabón, ve salir un sapo de su interior: piensa que las sirenas embrujaron a Pete y lo convirtieron en animal.
Todos esperamos que el peronista Clooney lo detenga, pero Delmar se arroja a las aguas para buscar al sapo y lo captura. Acto seguido, ambos amigos escapan en un coche robado, junto al sapo. Clooney maneja y Delmar dialoga con el animal al que guarda en sus manos refiriéndose a él como su amigo Pete, hasta que en un momento Clooney lo mira y dice:
- Oye Delmar, no estoy seguro que ese sapo sea Pete – pero Delmar no hace caso.
Cuando el misterio se devela, descubren que las sirenas no eran tales, que sólo eran hermosas mujeres que habían traicionado a Pete, y lo habían entregado a la Policía para cobrar la recompensa.

En relación al presupuesto 2009, algunos hablan con un sapo y otros los miran, sin el reflejo de agarrar al sapo tirarlo por la ventana y volver la conversación al plano de la realidad; porque todos, de alguna forma, están confundidos por la maniobra urdida por las sirenas y los policías que comanda el Garca.
Todos parecen distraídos por su loca secuencia gestionaria: lanzamiento de una campaña publicitaria ilegal para la modificación del hábito de ensuciar, convocatoria a foráneos buches y represores para instruir a la nueva Yuta de la Ciudad, asociación definitiva con el fenecido FPV para el loteo de las tierras ociosas de la Ciudad, vigencia de la perversa estrategia de dejar sangrar hasta morir los sistemas públicos de salud y educación por desinversión, y un conjunto de acciones intrascendentes de baja intensidad presentadas como grandes logros culturales civilizadores.
Así la derecha oligárquica local, sin bosta ni soja, pero con muchos ladrillos que apilar en el borde oeste del estuario del Río de la Plata, avanza. Se aprovechan y presentan el proyecto de presupuesto más falso en la historia del Concejo Deliberante. El objetivo de este proyecto es ajustar la lógica de planificación de la gestión pública a la más flexible y sumaria necesidad de establecimiento de planes del sector privado rentista, que se asocia en negocios con la Ciudad del Tilingo.
Claro que una única explicación de este intento siempre será limitada. Nosotros seguimos afirmando que el gasto electoral para esta administración sólo se manifiesta en la cuenta de publicidad, telemarketing y comunicación, y su relevancia cuantitativa es obviable.
Los antecedentes recientes de las votaciones de las leyes de la Yuta de la Ciudad y el Plan Urbano Ambiental, nos hacen prever un trámite literal para el proyecto de presupuesto 2009, dada la blanqueada asociación del macrismo con el bloque de segunda minoría. Sin perjuicio de ello, y para molestar, sobre la base de esta hipótesis interpretativa, TCM propone salir al encuentro de algunos señalamientos del proyecto de ley:
1. La estrategia recaudatoria del Garca llega a punto muerto, de hecho Burns propone retirar de la plaza proxi $1.100 millones, gravando consumo en toda la pirámide de ingresos y a la industria, por lo que es imperioso redefinir el concepto de gravámen del patrimonio y la renta, estableciendo una especie de esquema de retenciones sobre la renta inmobiliaria y comercial ABC1, para lo cual hay que tener huevos e imaginación, y crear un nuevo impuesto que tenga doble finalidad: la primera recaudar progresivamente y la segunda desincentivar el incremento leonino de los valores inmobiliarios, dados los efectos nefastos para la economía mundial de tales burbujas.
Algo así como decir: “…bueno el metro cuadrado llegó a U$S 2500 y de ahí no sube más, si quieren vender a U$S 3000, problema es de ustedes, nosotros nos quedamos con 500 por derechos de edificación en la Ciudad.” Es inimaginable un funcio de esta administración afirmando este atropello a la propiedad privada, pero perdido por perdido, hay que probar.
2. El ritmo de gasto en obras debe pautarse según los avances licitatorios, ya a esta altura del año es preciso que el grossista Chaín informe sobre que diantres y obras piensan hacer, además de tapizar con ese asfalto de pésima calidad toda la Ciudad. Nos referimos a las obras de hidráulica y de la Ribera, que suman al top de la tabla de posiciones, pero son un misterio en cuanto a su factibilidad ejecutiva. El planteo debería ser que el lobbista, o el mentiroso de Agostinelli, se comprometan a una planificación trimestral sujeta a control por parte del Concejo Deliberante, que de no cumplirse defina prioridades alternativas, distintas a las del negocio inmobiliario.

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