miércoles, 12 de noviembre de 2008

La herencia de Manzano y Jaroslavsky


Ante la atónita mirada de un público que espera ver gente pelearse, los dos bloques mayoritarios de la Casa, mantienen un acuerdismo tácito, como muchas otras veces poderes ejecutivos logran instalar junto a formales opositores. Se trata de una dialéctica común en el sistema político argentino. El oficialismo necesita una oposición por cuestiones normativas y simbólicas: un otro que lo refleje, para montar la pantomima del debate público. En el caso de la Ciudad este modo particular de relacionar oficialismo y oposición está abonado por un conjunto de cargos en organismo de control y entes descentralizados que lubrican los acuerdos trabajosos que transcurren intramuros en el coqueto de Perú e Yrigoyen.
El antecedente que instala este modo de hacer oposición, el acuerdismo, es el clásico Manzano – Jaroslavsky, jefes de bloque respectivos en horas del Pacto de Olivos. Las formas más institucionalizadas de la política se funden en una danza en tiempo institucional, a ritmo de negocios. Las consecuencias culturales de esta experiencia de ingeniería político institucional todavía persisten, lo mismo que los esfuerzos para reparar los terribles latrocinios que posibilitó la legislación que juntos redactaron.
Tan fuerte y cariñoso fue aquel vínculo que los dos operadores luego de pegarse y acordar, pegarse y acordar, pegarse y acordar, se abrazaban y decían que el otro era una gran persona, que había que desligar los temas personales del fragor apasionado del debate político de ideas, se acuerdan?
Estos encuentros fraternales se hacían en trasnoche en el programa por el que se comunicaba a Doña Rosa sobre la enajenación del patrimonio nacional que ambos caudillos legislaban.
El exabrupto de ayer, frente a un grupo de vecinos de Caballito, amplificado en el matutino conducido por Magneto, es sólo un ejemplo más para confirmar la tesis que TCM sostiene acerca del funcionamiento del bloque segunda minoría. Pero el Pacto ya no es de Olivos: es de Barrio Parque.
Por ahora creemos que las contrapartidas que el Ejecutivo debe garantizar son 200 kilómetros de manguera de media pulgada para baldear veredas, un muelle exclusivo en Puerto Madero 4 cuando rellenen toda la Costanera Norte y un monumento a la Memoria en el centro geométrico exacto del futuro shopping de la generosa IRSA en Caballito, con eso cerrarían a tutto il bloque. La invasiva presencia del grossista – macrista – telermista - massista Juan Pablo Schiavi, levantando rieles para construir oficinas, amenaza desequilibrar este delicado sistemita.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me mató lo de " monumento a la memoria en el centro geométrico exacto", me deja pensando en el discurso de la memoria, que me va gastando el coco, me anda llevando a dar una vuelta por otro hit de la ARGENTINA TE ASESINA, "los argentinos somos derechos y humanos". Estos chicos, HIJOS, tienen conciencia plena del discurso que habilitan sus kioskitos? Seguimos fritos.