sábado, 22 de noviembre de 2008

Keynesianismo en la Nación y en la Ciudad


“El capitalismo es la asombrosa convicción de que el peor de los hombres hará la peor de las cosas por el mayor bien de todo el mundo.”
La frase es de Lord Keynes, el personaje más controvertido de la historia del pensamiento económico. Fue el enfant terrible de Cambridge, atacó masivamente los fundamentos de la teoría liberal (neoclásica en economía) y criticó a su propio maestro Marshall, el principal economista de la época.
Dio un portazo en la Conferencia de Versalles, donde actuó como negociador, acusando a los yanquis y a los ingleses de llevar al mundo a otra guerra, por las condiciones leoninas que impusieran al pueblo alemán, hecho que se cumplió.
Los liberales lo contraatacaron de dos maneras. Primero, su abstrusa prosa le valió acusaciones y críticas: “…no lo lean, no se entiende nada…” dijeron textualmente muchos economistas.
Finalmente, como acostumbran, los liberales lo reinterpretaron, sacando extractos de su teoría y, metiéndolos en el mismo sistema que el propio Keynes había demolido, objetando los pilares sobre los que se sostenía:
1. La tendencia de la economía de equilibrarse mecánicamente en los niveles de pleno empleo, al punto desconocer que el desempleo es involuntario para los trabajadores.
2. La configuración de un modelo de ser humano que pide salario porque es un sacrificio trabajar (vago), y pide interés si tiene que esperar para recibir su dinero (impaciente).
Pero la motivación de Lord Keynes no era el socialismo, el quería salvar al capitalismo de si mismo, y con más énfasis cuando vio los resultados terribles de la depresión de los años 30.
Por ello se le adjudica la idea que si el Estado invierte en la economía cuando el sector privado se retrae, se puede evitar caer en el desempleo. Y si bien Keynes no hizo más que ayudar a las iniciativas de Roosvelt para sacar a Yanquilandia de la depresión, se encargó de formalizar su lógica interna.
Nuestro Presidente Nestor siempre se declaró keynesiano, y puso a la obra pública al frente de la agenda. Sus efectos fueron innegables, y ahora que la economía amenaza con desaceleración (no con recesión como dice el agorero Garca), la querida Presidenta Cristina impulsa un conjunto de intervenciones para que no decaiga, que no decaiga!!! En esta nota de P12 pueden verse los detalles del plan.
En Ciudad Gótica, el Tilingo conservador, aplica su propia fórmula keynesiana, adulterando el pensamiento del genio de Cambridge:
1. Mientras las tasas suben y suben en el mundo, y el endeudamiento externo es factor de soberanía nacional, él busca meter un bono de deuda por U$S 500 millones. Keynesianismo tardío.
2. La obra pública que promueve no apalanca un incremento sostenido del empleo: atiende intereses de renta. Puerto Madero 4 insume $1000 millones del erario público en los próximos cuatro años, pero independientemente de las obras privadas que se hagan luego, es improbable que la propiedad y los excedentes de la urbanización queden en manos de empresas nacionales. La alternativa sería por caso, invertir en vivenda social. Los beneficios sociales de aquella inversión son nulos. Keynesianismo vivillo.
3. En vez de gravar las rentas improductivas, quiere gravar el consumo, a riesgo de reducirlo. Keynesianismo al revés.
4. Hace el peor asfalto del mundo, poroso y petrolero, asfalto de corto plazo, contaminante. De manera que dentro de seis meses haya que asfaltar la misma calle que tapiza hoy, para beneplácito de las empresas contratistas, que encima le van a facturar un 12% más. Keynesianismo hasta el absurdo.

El Garca tergiversador se la pasa quejándose por la recesión que se avecina. Pero a la hora de impulsar la demanda, desde el Estado, su política presupuestaria es favorecer las rentas concentradas y la patria contratista, sacándoles los recursos del grilo a los trabajadores y reduciendo el patrimonio neto de la Ciudad.
Confirma la vigencia de una costumbre conservadora: falsificar cualquier teoría y llevarla a la práctica según le convenga a los capitales de ocasión.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy largo che!!!
igual interesante
slds
Jorge Flowers

Anónimo dijo...

No entiendo, entonces es keynesiano el garca?

Anónimo dijo...

No es un ladri, se queja por que no le habilitan crédito y con eso justifica lo que no va a ser en políticas sociales.
Mentiroso crónico