jueves, 20 de agosto de 2009

Gracias Paul


La correspondiente crisis cíclica del capitalismo mundial trae, como toda crisis, un revoltijo de explicaciones falsas cuyo objetivo es salvar su propio imaginario , mientras a todas luces estallan las contradicciones "inmanentes" a su lógica concentradora hacia los polos - centro y periferia -, de la productividad y los salarios.
Una de las maniobras de la época es la mentada división del proceso económico en un lado "real" y otro "financiero".
Este último, se sabe, es el responsable de la crisis en proceso actual. El tema de las hipotecas, que se dice.
Pero el trasfondo "real" es el verdadero trasfondo: la caída de la tasa de ganancia en la industria lleva los dinerillos hacia la especulación financiera, y dentro de la caída de la tasa en la industria (-24% desde el 73´ con respecto a la Edad de Oro de la Segunda Posguerra), y este movimiento automático de los capitales por el éter acelera todos los tiempos.
Sin perjuicio de la facilitación de la comunicación planetaria de las desiciones de inversión y de los sofisticados "instrumentos financieros" que se han desarrollado en los últimos treinta años, la libre movilidad de capitales es una necesidad de las compañias multinacionales que van a radicarse en zonas de salarios bajo en el Tercer Mundo, como contrapartida del proceso de tecnologización de la producción en los países centrales.
En la Argentina, dicen, el 85% del valor agregado en la cúpula de las primeras 500 empresas es de propiedad transnacional; luego los holdings necesitan "libertad de capitales" para llevarse la rentabilidad.
El heterodoxo periodista económico Premio Pulitzer, Paul Krugman, nos alienta a salir de la encerrona, más rápido que Estados Unidos, pero más lento que Asia.
Pero los Mala Onda de la Fundación Getulio Vargas nos tiran para atrás, por pesimistas.
"La Fundación Getulio Vargas junto a la Universidad de Munich, en un informe que realiza periódicamente, indica “que la región salió de la fase recesiva y entró en la zona de recuperación del reloj del ciclo económico”. Según el estudio, la tendencia regional se corresponde con la global. Para nuestro país, las noticias no son tan buenas, ya que la Argentina es uno de los países con “clima económico” más bajo (reflejo de las expectativas) y presenta síntomas de recesión, a pesar de la recuperación de muchos de sus vecinos, siempre según el informe. Según la consultora Ibope Inteligencia, el porcentaje de argentinos pesimistas bajó de 53 a 41, en tanto que los optimistas aumentaron de 8 a 11 por ciento. Los que no prevén cambios también crecieron de 36 a 45."
Nota.
Gracias Paul, por alentarnos en esta recuperación, que no puede llevarnos sino a otra crisis...cícicla del capitalismo, y así.
Mal Getulio, por acusarnos de no creer en la plétora capitalista.

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