El jugador más popular de la Argentina actual, Juan Román Riquelme, cortó en leve diagonal, del centro hacia la derecha y con cara externa, una asistencia para que, mi Diossssssssssssssssssss...sin detenerla, definiera el ambidiestro Pablo Mouche (o Mush, como lo llaman Basile y Bianchi).
Los cuatro defensores contrarios volvián verticales al arco en carreras perfectamente paralelas, levantando las manos al unísono, en reclamo de offside. Corrieron detrás del envío de Riquelme, que lo dejó al wing con más de diez metros, solo, para definir.
El Ultimo, el Más Grande Organizador de Juego del Futbol Mundial, oriundo de Don Torcuato, Argentina: el Titiritero, Triste, según la apreciación de una parcialidad minoritaria, en cuanto se refiere a voto telefónico para bancar a sus ídolos.
Y, tiene un costo, no? La llamada, digo.
En la bostera capital de Grecia, Atenas, para darle una pincelada épica a la jugada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario