sábado, 11 de julio de 2009

Bondades del diálogo


Se fetichizó tanto la disputa por el tipo de cambio (contra el dólar) y las retenciones a la exportación de soja que el Amigazo Eduardo Buzzi, otrora militante popular, quedó al frente de un bloque político social que lo excedía, o que más bien excedía las reivindicaciones del sector propio que representa la FAA...o que, más bien, defendió los intereses de las multinacionales y la oligarquía terrateniente, en contra de un modelo de inclusión de las mayorias sociales y territoriales de la Argentina.
Claro que, toro viejo, Buzzi siempre supo que el segmento de millonarios de 200 hectáreas no debe ser representado por CRA, los "medianos" fanáticos del liberalismo campero, más rabiosos que los oligarcas enfiteutas de la SRA.
Dirigente gremial, al fin, Buzzi enfrentó la encrucijada optando por la política de "unidad de las entidades", en detrimento de la representación de los agricultores familiares, que ahora le piden cuentas a la Federación, acorralados por los pooles multinacionales.
Cabe señalar que los pooles contrataron al matemático yabranista Alfredo Dányelis, para que lleve su voz a todas las explotaciones de la patria, mostrándole a Buzzi "lo feo" de los daños ocasionables por los monstruos mediáticos, que operan con la billetera de Cargill y Monsanto.
Una vez instalado el ambiente del diálogo nacional, se deben sacar los ojos todos los actores sociales para ponerle alguna racionalidad a la puja distribuidora. Buzzi deberá enfrentarse a la responsabilidad histórica de sostener el esquema de desarrollo, asociado a la programática de ese FRENAPO, que tanto militó.
Pero hay que ayudarlo al Amigazo. Hay que darle elementos para que sostenga su representación, y ella no caiga en manos de la delantera Biolcati / Miguens / Garca / Efedro / Dányelis.
Un elemento central de la fase que sobreviene es dividir objetivamente el frente campero, por tamaño de explotación y zona, aislando paulatinamente a la trama de intereses concentrados, de los federados.
Vale la aclaración para la vulgata diputeril, de izquierda y de derecha, que no son equiparables la renta sojera, y las rentas mineras/petroleras, ni las financieras, porque la escala macroeconómica de los impactos simplemente no lo es.
Y aunque, al igual que Pino Solanas y Claudio Lozano, este blog es partidario de grabarlas, sabemos que inmediatamente después nos deberíamos volver a ocupar de expropiar a los terratenientes, para sostener el tipo de cambio alto e "industrializador".
Pueden ver esta nota de P12 que relata la disyuntiva del Federado.
Bondades del diálogo.

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