El socmaespecialista en Transporte "Juampi" Schiavi, un cuadro de gran nivel (gran nivel), pulsó la tecla adecuada y abrió la discución acerca de cómo se deben aplicar los subsidios al transporte.
Un operador de intereses dominantes de su condición sabe que en un contexto de perspectivas fiscales "no tan holgadas", algunos sectores/regiones de la gran urbe metropolitana deberán pagar más el boleto para que otros sectores/zonas paguen menos o nada.
Nota.
En la misma línea, Schiavi sostuvo que el esquema de subsidios “beneficiará a los sectores de menos recursos”, sin dar más precisiones. “Hoy una persona que viaja desde algunos puntos de La Matanza a la Capital Federal tiene que tomar varios medios de transporte y tarda cuatro horas, gastando por esto más de 8 pesos. Mientras que el que vive en San Fernando tarda media hora en hacer un trayecto similar y gasta tres veces menos”, graficó el funcionario.
Según Schiavi, “no todo se resuelve aumentando tarifas”. Agregó que “lo primero” en su gestión será “darle la mayor celeridad posible” al SUBE “porque permite tener un clarísimo control de cuánta gente viaja”. Esta semana el Gobierno había distribuido menos de 80 mil tarjetas de un total de 5 millones impresas.
La discución es central para los centros urbanos, en los que el kirchnerismo, ayyyyy...bueno, ya sabemos.
Sin perjuicio de esta pertinente apertura del "diálogo" en torno a las políticas de Transporte, hay que completarla con un mapa de las necesidades, dificilmente alcanzables, de inversiones en infraestructura.
En el centro del conflicto, la capacidad material regulatoria del Estado, en este caso, para saber los números del flujo de pasajeros, que no la vemos tan fácil, luego de treinta años de vaciamiento y deterioro.
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